Como cada año, el comienzo de la temporada de otoño provoca el correspondiente cambio de armario debido a la bajada de temperaturas. Sin embargo, el proceso puede llegar a ser complicado para muchas personas. A causa de la gran cantidad de ropa que acumulamos, puede que acabes agobiado con más la ropa esparcida por el suelo que en las perchas. Por ello, queremos señalarte los errores que sueles cometer al llevar a cabo este cambio, para que no se haga tan cansino.

Sentir pena por la ropa

Normalmente, solemos cogerle cariño a ciertas prendas debido al tiempo que han pasado con nosotros, o por los momentos que han marcado y los recuerdos que nos traen, pero debemos intentar dejar atrás ese sentimiento, sobre todo cuando se acumulan mucha ropa en tu armario. Este tipo de prendas no nos las volvemos a poner porque en el fondo ya no nos gustan, pero nos da pena tirarlas.

Bien, sé realista contigo mismo y dásela a alguno de tus amigos o dónala a una fundación. Y no valen los “por si acaso un día quiero”. Simplemente, ha cambiado tu estilo y eso ya no encaja con él.

No ordenar

Debemos colocar la ropa en el armario de una forma lógica y con sentido para que nos facilite el trabajo a la hora de buscar las prendas. Un armario ordenado, ya sea por tipo de prendas o colores, nos ayudará sacar el máximo provecho a nuestra ropa.

Querer hacerlo rápido o por partes

Al ser algo que nos da pereza, tendemos a querer terminar en cinco minutos o incluso, hacerlo por partes, de manera que cada día ordenamos una pequeña parte del armario. Recomendamos que intentes reservarte una tarde o una mañana para hacer el cambio de armario con calma y tomarte tu tiempo para valorar qué ropa usas realmente y si te haría falta algo nuevo o no.

No dejar espacio en el armario

Es fundamental quedar espacio en el armario, no solo por la llegada de ropa nueva sino porque nos ayuda a tener mejor consciencia de la ropa que realmente tenemos e incluso nos facilitará la tarea de decidir nuestro outfit cada mañana. Lo mismo pasa con los cajones de ropa.

Para que pueda haber espacio en nuestro armario hace falta hacer un ejercicio muy importante: dejar lo realmente esencial y básico. Por lo tanto, no debemos guardar las prendas que ya no usamos y no debemos arrasar con las nuevas colecciones en las tiendas.