La mujer de Berlusconi contrataca con una carta

El culebrón Berlusconi-Veronica Lario tuvo ayer un nuevo capítulo. La aún mujer de Il Cavaliere, en una carta dirigida a los diarios Corriere della Sera y La Reppublica, se despachó a gusto contra todos los medios que la han criticado sin piedad desde que el pasado mes de mayo hiciera pública su intención de divorciarse del primer ministro italiano.

En la escueta misiva, de 12 líneas, Lario afirma que se ha desprestigiado "su dignidad personal y la historia de su matrimonio". La antigua vedete y madre de los tres hijos menores de Berlusconi asegura: "En estas semanas he asistido en silencio, sin reaccionar mediáticamente, al brutal desprestigio de mi persona, de mi dignidad y de mi historia conyugal". Las duras críticas han procedido, sobre todo, de los medios informativos de la derecha y de los que controla su marido, en los que se ha llegado a asegurar que ella mantiene una relación paralela con uno de sus guardaespaldas.

"Lo cierto es que nadie se ha aproximado de cerca a la verdad de la relación entre mi marido y yo, ni a la razón por la que he tenido que recurrir a la prensa para comunicarme con él", señala Lario, que concluye diciendo: "Lo que sí es cierto es que amé a mi marido y que construí una vida en función del matrimonio y de la familia".

Veronica Lario, de 52 años, está decidida a acabar su relación de 19 años con Berlusconi, deteriorada desde hace tiempo y que terminó por romperse tras hacerse público que Il Cavaliere frecuentaba a la joven Noemi Letizia. Para divorciarse, Lario ha contratado los servicios de María Cristina Morelli, la abogada que inició la batalla judicial para que la joven Eluana Englaro, en coma irreversible, pudiera ser desconectada de la máquina que la mantenía con vida.

RESPONSABILIDADES Mientras, el primer ministro italiano ha hecho unas declaraciones en las que culpa de sus malos resultados en las elecciones europeas a las manifestaciones de su mujer, que le acusaba de frecuentar menores como Noemi Letizia, y a la marcha del futbolista Kaká al Real Madrid. Toda una lección de imaginación.