El 30% de la población adulta de la provincia de Cáceres padece dolor crónico. Ante esta realidad, desde el Servicio Extremeño de Salud (SES) se consideró necesario disponer a nivel sanitario en Cáceres de una unidad específica para esta dolencia, de dar respuesta sanitaria a este elevado número de cacereños aquejados de dolor crónico.

Abordar el dolor desde la administración "es muy necesario, pues se trata de un problema importante de salud, además de ser constatable el hecho de que padecer dolor produce un alto número de bajas laborales, invalideces...", indicó a EL PERIODICO Manuel Jiménez, coordinador regional de las unidades del dolor.

Badajoz ya contaba con Unidad del Dolor, pero el área de Cáceres necesitaba del servicio, y en febrero pasado comenzó a trabajarse en el proyecto que hoy es ya una realidad.

Poco antes del verano empezó a funcionar en el hospital Virgen de la Montaña la Unidad del Dolor, servicio por el que han pasado ya más de 300 pacientes. "Esta cifra se refiere a pacientes tratados y valorados en la unidad, ya que el número es mucho mayor si se tiene en cuenta que como unidad de apoyo tenemos mucha interconsulta telefónica de otros compañeros, ya que uno de los fines de este servicio es poder tratar al enfermo sin necesidad de que éste se desplace", señaló a este diario Inmaculada Muro Castillo, coordinadora de la Unidad del Dolor de Cáceres.

ASISTENCIA Y PATOLOGIAS

Muro Castillo concretó que la Unidad del Dolor es una unidad especializada, en el sentido de que los pacientes no tienen acceso directo a ella, sino que tienen que ser remitidos por un médico, bien de Atención primaria o de Atención Hospitalaria. "El objetivo es que a la unidad no llegue nada que no necesite tratarse directamente en ella, pues la mayor parte de los dolores pueden ser tratados por los médicos de cabecera en los propios centros de salud".

En definitiva, se trata de que la Unidad del Dolor realice sólo la asistencia que no puede hacerse en los centros de salud, los dolores que no puedan tratarse en éstos porque requieran técnicas invasivas (quirúrgicas) al no ser suficientes los tratamientos farmacológicos.

La directora de la unidad matizó que el porcentaje de pacientes que para el tratamiento del dolor requieren técnicas invasivas es muy bajo, apenas el 10%, el resto puede tratarse perfectamente sólo con un buen reajuste farmacológico. "Sólo se utilizan técnicas quirúrgicas en los casos de aquellos pacientes que no respondan bien al tratamiento farmacológico".

La Unidad del Dolor de Cáceres cuenta con una plantilla propia integrada por dos médicos, tres enfermeras y personal auxiliar, pero dispone asimismo del apoyo de los servicios de Anestesia, Neurocirugía, Cirugía Plástica y Traumatología, entre otros.

El tipo de patologías que se atienden en esta nueva unidad son, fundamentalmente, los dolores crónicos producidos por lesiones nerviosas, lo que se denomina dolor neuropático. Así, la mayoría de sus pacientes son personas que padecen, por ejemplo, dolores derivados de cirugías fallidas de espalda, neuralgias, el síndrome del miembro fantasma --gente amputada que tiene dolor en el miembro amputado--, así como toda una serie de patologías que tienen como base la lesión de un nervio. Además de a estos enfermos, como la del dolor es una unidad de apoyo, en ella se valora y atiende también a pacientes de otros diferentes servicios, con el fin de ayudar a su tratamiento.