Alfonso Díaz de Bustamante y Quijano vivía en la calle Ancha, en una casa preciosa que hay frente al Parador de Turismo. Don Alfonso, que había nacido en Corrales de Buelna (Santander), fue nombrado alcalde de Cáceres en 1963 y quería darle un impulso a la música coral, de manera que un año después de su designación habló don Alfonso con Francisco Cebrián , que era el director de la banda municipal, y comenzaron a enviar cartas a cacereños que habían participado en corales o agrupaciones musicales de la ciudad, a Julián Serrano , entre ellos.

Y así fue como en 1964 se fundó el Orfeón Provincial y de la Ciudad de Cáceres, compuesto es sus orígenes por 50 o 60 personas, que tuvo su primera actuación un día de San Jorge en el ayuntamiento, con canciones sencillitas, como El romance del conde Olinos, que fue de las primeras que Cebrián enseñó a todos aquellos que vieron nacer al Orfeón: Paco Rodríguez , Andrés Muñoz , Cayetano Borda , Ricardo Borda , Benito Serrano , Ramón Gil , Isabel Gil , Elena Galán , Carmela de Pablos , José Luis Polo , Conchita Bueno , José Manuel Gil , Enrique Gil , Narciso , Justino Sánchez , Paco Rodríguez Brías y su mujer, Rosa ...

Ensayaba el Orfeón Cacereño en un palacio cercano a la calle Ancha y luego se trasladaron al Palacio de la Isla, que entonces tenía biblioteca y todos los domingos ponían allí la numismática y era un sitio muy entretenido. El Orfeón se trasladó luego al San Francisco y ahora ensaya en la Casa de Cultura Rodríguez Moñino. Además de Cebrián, la agrupación la han dirigido Trinidad León , Francisco Rodríguez , Fernández Picón , Kariné Gueyvandova y María del Castillo , que es la actual, (Manuel Leal es el presidente).

Mecenas

El Orfeón Cacereño ha contado como mecenas con las corporaciones locales y la diputación de Cáceres, ha ganado un concurso de polifonía en Torremejía y ha recibido el premio Extremeños del Año, Importantes de Extremadura... Y es que el Orfeón ha sido merecedor de todos esos galardones porque ha paseado el nombre de Cáceres por el mundo: ha estado en Israel, Austria, París, Roma, y hasta se perdió en los Alpes cuando el conductor del autobús creyó que los Alpes eran como la Sierra de San Pedro y cuando se vino a dar cuenta estaba en el Glaciar del Ródano, que cada vez que tomaba una curva la segunda rueda del autobús salía fuera. Y qué miedo pasaron, menos mal que al llegar al destino el recibimiento fue memorable.

Lo mismo sucedió en Israel, que llegaron los del Orfeón Cacereño con trajes de Montehermoso y los del lugar se hartaron de hacer fotos y de mirarse a los espejos de aquellos gorros coloristas que tanto les llamaban la atención.

Actuaron en San Juan de Acre y Belén en la Navidad de 1988, en Viena, Coimbra y Oporto, en la Misa de Acción de Gracias en la basílica de San Pedro a propósito de la beatificación del obispo español Manuel Domínguez , donde recibieron la bendición de Su Santidad el Papa Juan Pablo II .

Y en todos esos lugares, siempre el nombre de Cáceres escrito en grandes pancartas en las que podía leerse Orfeón Cacereño. Y es que el Orfeón ha cantado con José Carreras y Montserrat Caballé , nos ha deleitado con el Himno de Extremadura a cuatro voces, con su música del Renacimiento, la popular extremeña, los coros de zarzuela, de ópera, de música sacra y villancicos...

'Las ruinas de Atenas' de Beethoven , 'La vida gitana' de Schumann o 'El Poema de mi soledad', que compuso expresamente para el Orfeón el maestro Juan Solano , que era hijo de don Máximo Solano , que tenía una librería en los soportales de la plaza Mayor (la actual librería Hormigo), y de Leandra Pedrero , una mujer maravillosa, ama de casa, que era pariente de Mirón padre (el de la tienda de San Juan). Máximo y Leandra tuvieron ocho hijos, uno de ellos Juan, que fue uno de los compositores de copla más importantes de todos los tiempos, autor de bandas sonoras de películas como "¡Bienvenido Mister Marshall!" , "El último cuplé" o "Carmen la de Ronda" y creador de canciones como "Tengo miedo", "El Porompompero" o "Un clavel".

El Orfeón ha dado a Cáceres lo más grande: su música. Porque la música es lo que llena a todos los miembros del Orfeón Cacereño, y también lo que les une, y si no la tienen sienten vacío. Por eso están gozosos de la llegada del 50 aniversario de su fundación, que se celebra el año que viene y en el que confían que se vuelquen las instituciones para ofrecer un concierto a la medida que el acontecimiento merece.

Y en el recuerdo, inolvidable, el que fuera presidente, Jesús María Marcos , y todas aquellas vivencias de un orfeón que nació en los 60 y que 50 años después sigue siendo un referente para Cáceres. Un orfeón auspiciado por el alcalde santanderino que animó a los amantes de la música a llevar el nombre de la ciudad por todo el mundo, desde Los Alpes al Vaticano, entre los acordes de Beethoven y Schumann y la inspiración del siempre universal Maestro Solano.