Desde que se ampliara el límite de velocidad a 80 kilómetros hora en algunos tramos de la ronda Norte en octubre de 2006 (los dos primeros años de vida de la ronda los conductores no podían rebasar la velocidad de 50 km/h), el índice de accidentes de tráfico se ha duplicado, según se extrae de las estadísticas facilitadas por la Unidad de Atestados de la policía local. Si en ese año ocurrieron 26 siniestros, en 2009 tuvieron lugar casi 40. La mayoría de ellos se produjeron por cambios de carril y por rebasar el límite de la velocidad permitida. De hecho, tanto los ciudadanos como los responsables de Tráfico consideran que el verdadero problema de este notorio aumento de accidentes se debe precisamente a que los conductores no respetan la velocidad permitida ni la señalización.

"El problema no es el límite establecido. De hecho circular a 50 kilómetros hora por esa vía era casi peligroso. Detrás del 90% de los accidentes está el exceso de velocidad y la superación de las tasas de alcoholemia", dijo el responsable local de Tráfico, Carlos Jurado, que incidió en que la ronda Norte no supone un problema de seguridad vial en Cáceres: "Es una obra casi nueva y de un resultado magnífico de descongestión del centro. Esta es una ciudad segura (en cuanto a tráfico). Sé que quedan cosas por hacer, pero lo que está claro es que las señales están para respetarlas", acentuó el edil.

El incremento de siniestros ha sido gradual, estancándose el último año. En 2006 hubo 26; en 2007, 49; al año siguiente, 40 y en 2009, 37. El mayor ascenso se produjo precisamente entre 2006 y 2007, justo el primer año en que se permitió circular a 80 kilómetros hora. El número se siniestros entre 2008 y 2009 es prácticamente invariable, solo se han registrado tres menos durante el año pasado respecto al anterior.

Una de las soluciones más prácticas para los ciudadanos es la instalación de un radar fijo en este corredor viario que atraviesa la ciudad de este a oeste por la zona norte. Sin embargo el responsable de Tráfico no lo ve tan claro: "Los radares se ponen de manera periódica porque un radar fijo en la ciudad no tiene sentido. Al final los conductores saben dónde está y se limitan a reducir la velocidad en ese tramo", dijo, y añadió que en definitiva las sanciones "no solucionan los problemas. Lo que realmente corta las malas prácticas es una buena educación vial". Sin embargo no descartó la posibilidad de contar con un radar propio del ayuntamiento que cederá, en su momento, la Dirección General de Tráfico (DGT).

Durante el pasado año el momento del día en el que se registraron más percances fue por la mañana (22) y el que menos por la noche (5). Los meses más negros fueron abril, mayo y septiembre --en cada uno hubo cinco accidentes--. Por último, las estadísticas revelan que son los hombres los que mayor número de incidentes tienen (el año pasado 32 de las personas implicadas en accidentes de tráfico en la ciudad pertenecían a ese sexo). De todos los accidentados (48) solo hubo 20 heridos.

"En condiciones meteorológicas adversas los conductores deben extremar la velocidad", señaló el edil de Tráfico. Técnicos de la brigada municipal de Obras aseguraron que esta carretera está en condiciones para aguantar la lluvia porque tiene un bombeo del 2%, la variación de cualquier vía. Aunque reconocieron que si se producen trombas de agua pueden acumularse balsas.