Ganador del IV premio de pintura del Ateneo, Alfonso Barriga acude cada día al instituto El Brocense para transmitir su pasión a los alumnos. Al certamen concurrieron 38 obras, de las que fueron seleccionadas 17. Permanecerán expuestas en la sede de la calle San Petersburgo hasta el 8 de enero, de 17 a 22 horas de lunes a viernes.

--¿Qué es la pintura?

--Es un deleite y una necesidad de transmitir a los demás lo que uno lleva dentro, una sensibilidad de cómo veo las cosas y cómo las quiero manifestar.

--Es algo que le toca hacer a diario en su trabajo...

--Me dedico a la docencia con ese objetivo, que mis alumnos aprecien la belleza. Ahora tenemos las nuevas tecnologías que permiten entrar en los museos. Proyecto todo lo que quiero para que lo vean en una pantalla.

--¿Qué autores le apasionan?

--Mi referencia es Velázquez, por el dibujo, el color y el control absoluto de la técnica y por una forma imposible de ejecutoria para otros pintores. De los coetáneos me gusta Lucian Freud, nieto del psicoanalista, con una técnica muy particular, un claro dominio del dibujo, de la composición y el cromatismo. Sorolla también es un referente porque dicen que mi obra se parece a la suya. Me gusta enfocar cada cuadro con esa luminosidad, propia de su estilo.

--¿En qué se fija cuando acude a una exposición?

--Busco primero la calidad en la ejecución, qué ha sido capaz de conseguir el pintor a esos niveles de composición, del manejo de la figura o el paisaje, el colorido que ha aplicado y cómo lo ha hecho. Son componentes fundamentales de una obra.

--¿Cómo surgió 'En el parque', la obra ganadora del premio?

--Es anecdótica. Está basada en mis viajes. Voy plasmando imágenes. Como no puedo pintar in situ, hago apuntes, esbozos y fotografías. Luego las manipulo e introduzco elementos o quito lo que sobra. Esa chica del cuadro no es la que fotografié en Ciudad Real. Pasaba por el parque central y me sirvió como modelo urbano. El artista tiene que ser un observador contumaz.

--¿Qué transmite esta obra?

--Una ilusión vital. Esta composición se basa en los grises y en los tres colores primarios --amarillo, rojo y azul-- que tenía la chica. Es un juego de colores muy interesante. He querido expresar la ilusión de una persona por viajar, de hacer algo en su vida con esa juventud, rodeada de color.

--¿Cómo es el estudio donde pinta habitualmente?

--Está en una parte reservada de mi casa en el Vivero. Veo desde mi ventana árboles, un pequeño parque y una iglesia que está por la zona. Las estaciones pasan por mi ventana y no se me escapa detalle.

--¿Siente el cambio de épocas?

--El otoño es maravilloso en Extremadura, sobre todo en el norte. Esa hermosura que nos rodea hay que plasmarla. Soy un afortunado porque tengo la suerte de pintar cada día.