Desde siempre quiso recuperar aquellos cuentos que había escuchado en su más tierna infancia de la boca de sus abuelos. Entonces descubrió que esas historias que circulan en la mente de los antepasados habían sido escritas en los orígenes de la humanidad. Antonio Rodríguez Almodóvar dio una conferencia ayer en Cáceres sobre los cuentos populares, una herramienta que, dice, ayuda a formar la mente de los más pequeños.

-- ¿Qué cuentos recuerda de cuando era niño?

-- Muchos. Me costaría elegir uno... La hija del diablo , El gallo quirico , La serpiente de siete cabezas o Juan el oso .

--¿Quién se los contaba?

-- Mis abuelos. Pero tenía un recuerdo muy borroso de ellos. Por eso quise reconstruirlos.

-- ¿Qué descubrió al recuperar esta literatura oral infantil?

-- Que en el cuento popular de Blancanieves no es la madrastra la que tiene envidia de su hija, sino su propia madre. Y los siete enanitos son sus hermanos a quienes su madre expulsó de casa. Esto es solo un ejemplo. Todos los cuentos han sido adaptados con el tiempo.

-- También escribe novelas...

-- Acabo de publicar Si el corazón hablara basada en el franquismo.

-- Los cuentos han existido siempre. ¿Qué aportan a los niños?

-- Enseñan a romper las barreras sociales a través del amor, muestran que la inteligencia vence a la fuerza bruta o replantea las relaciones fraternas. Ayudan a superar los complejos de Edipo.

-- ¿Son imprescindibles?

-- Sí. Ayudan a formar la inteligencia y son fundamentales para comprender del mundo.