Diez de la mañana. Los primeros trabajadores de IBM están en la cafetería de Empresariales tomándose el primer descanso del primer día de clase, muchos de su primer empleo. Hoy todo es nuevo, y por eso llama la atención que todos charlen amigablemente. "Nos conocemos de la universidad, muchos acabamos de licenciarnos", aclara una joven informática que respira dinamismo y bastante talento. "Aquí lo que hay es mucho nivel, se nota, la gente está preparada", confiesa un compañero.

El grupo, de unos veinte jóvenes, coincide en destacar la "grandísima" suerte que han tenido al ser contratados por la filial de IBM, un gigante mundial de la informática. "Siempre hemos entendido que si queríamos trabajar en una empresa de este tipo debíamos marcharnos a Madrid, Barcelona o Sevilla. De pronto nos enteramos del proyecto en Cáceres y además nos seleccionan", relata una trabajadora. "En nuestro caso, de 1.700 currículos escogieron 200, y de ahí salimos los primeros 45 empleados. Los menos experimentados estamos desde hoy en este curso", subraya.

En cuanto a las clases, aseguran que los contenidos no son de momento muy complejos. "Hay bastante teoría y nos obliga a recordar conceptos un poco olvidados de la universidad", explica un joven. Pero el trabajo será distinto: "Consistirá en programar, aporrear el teclado en Java, como solemos decir en la profesión", sonríe. En su caso se ha cumplido el "gran sueño" que ni siquiera pudo intuir: "Trabajar en una empresa como INSA y hacerlo en mi tierra. Vamos a demostrar que en Extremadura valemos, que ya no hay que irse a Madrid para estas cosas".