Martes de Pasión de 1997. Pablo Vioque se encontraba en casa de su madre, en la calle San Pedro de Alcántara de Cáceres, cuando fue detenido por su presunta relación con el alijo del mercante Dobell , que transportaba dos toneladas de cocaína de Colombia y tenía como destino las costas gallegas. Era, hasta entonces, la mayor incautación de droga conocida en todo el país.

El arresto se efectuó por orden directa del juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, tras inhibirse a su favor Javier Gómez de Liaño, primer instructor de la causa abierta contra el narcoletrado , como se le conocía en los círculos gallegos por su condición de abogado de los cabecillas del narcotráfico.

Su vínculo con las actividades delictivas comenzaron en los años 80, con el apogeo del contrabando de Winston americano en Galicia, época en la que una docena de nombres salidos de la nada lograron amasar grandes fortunas. Sus influencias ganaron peso y gracias a sus buenos contactos y a su incorporación a la política, primero a Alianza Popular y después a Coalición Galega, logró ocupar la presidencia de la Cámara de Comercio de Vilagarcía de Arousa, puesto desde el que presuntamente manejaba los hilos de todo su entramado delictivo.