Quien lo ha hecho sabía perfectamente dónde estaba el dinero, dónde buscarlo". La responsable del bar de la Asociación Vecinal Extremadura de la barriada de Pinilla, Carmen Díaz, apuntaba ayer hacia un cliente del local como responsable del asalto al local vecinal ocurrido de madrugada. El autor o autores del mismo consiguieron sustraer 900 euros y tabaco tras reventar los cajetines de varias máquinas expendedoras y recreativas y la registradora.

El robo debió producirse muy avanzada la noche, según los responsables del local, "porque nadie oyó nada". El bar cerró sus puertas a las diez de la noche del lunes y esta mañana, cuando se ha reabierto doce horas después, estaba todo "patas arriba".

Dos circunstancias se aliaron a favor de los delincuentes: la puerta principal de la sede vecinal tenía la cerradura averiada desde hace varias semanas, lo que facilitó el acceso a la puerta del bar que se forzó con un fuerte golpe; también, la alarma antirrobos instalada en el establecimiento no sonó. "Yo vivo muy cerca y la hubiera escuchado", explica Díaz.

EL SORTEO NAVIDEÑO Los autores del robo dedicaron su tiempo a localizar todo el dinero en metálico que pudiera haber en el bar. Reventaron los cajetines de la mesa de billar y de otras dos de juegos. Sólo se salvó un futbolín y una máquina de bolas con regalos sorpresa.

También la máquina expendedora de tabaco, que forzaron para llevarse tanto el dinero como los paquetes de cigarrillos que había en su interior. Sólo en la expendedora de tabaco, consiguieron llevarse unos 600 euros entre el dinero y el producto, según cuantificó el responsable de la máquina.

Entre el dinero sustraido, se hallaban unos 40 euros recaudados con la venta de papeletas para el sorteo de la cesta de Navidad, que empezó a hacerse hace unos pocos días. Además, forzaron la caja registradora, de donde se llevaron unos 50 euros en monedas dejadas para el cambio diario.

"Tiene que ser del barrio, un cliente habitual, porque parece que conocía muy bien dónde buscar el dinero", explicaba ayer una de las encargadas mientras ordenaban el mobiliario del local y limpiaban los destrozos. "Han tenido que montar un fuerte escándalo", relató Carmen Díaz.

Agentes de la policía científica de la comisaría buscaron ayer por la mañana huellas en las diferentes máquinas y otras pruebas para tratar de identificar a los responsables del asalto. Ayer no se produjo ninguna detención por este asunto y la investigación sigue abierta.