Hace ocho años nació Eme & Be, una empresa de organización de bodas especializada en los servicios de wedding planner. Esta figura, que tiene su origen en las grandes bodas americanas que empiezan a celebrarse tras la Segunda Guerra Mundial y su apogeo en los años 60, es una especie de hada madrina que se encarga de todo lo relativo al enlace, planificando cada detalle de manera integral.

El primer contacto, a la hora de contratar este servicio, se lleva a cabo entre nueve meses y un año antes de la fecha, mediante una reunión inicial para recabar datos sobre la idea de celebración que tienen los cónyuges. A continuación los novios rellenan un formulario con preguntas, ya estandarizados para ver sus necesidades y preferencias y, a partir de ahí, empieza el trabajo de estos profesionales.

«Nos contratan mucho parejas que viven fuera de Cáceres o aquellas en que los dos trabajan y no tienen tiempo para encargarse del evento. Los novios buscan bodas muy personalizadas. Hay novias románticas, hippies, etcétera», explica Margarita Vallaure, dueña de Eme & Be, situada en la avenida Primo de Rivera.

Uno de los alicientes para contar con un servicio de este tipo es la cartera de proveedores que tienen. En este negocio se encargan desde la decoración floral, secado del ramo de la novia, hoteles, restauración, catering, azafatas, cartelería, ocio, reportajes fotográficos y de video, peluquería y tratamientos de belleza, invitaciones, confirmación de asistencia, misal, plano de acceso, mesera, tarjetas de agradecimiento, etcétera. Además se encargan de asesorar a los clientes y de dar forma y coherencia a la idea inicial. «Yo siempre le digo a los novios que necesitan un hilo conductor para que todo tenga una conexión y el enlace quede bonito», aclara Vallaure.

Una de las características que deben tener estos profesionales es la psicología ya que, a lo largo de los meses que dura la organización, son habituales los cambios de planes o el concepto del enlace. «No todo el mundo vale para esto, hay que tener mucha mano izquierda», afirma la dueña de Eme & Be.

Entre los trabajos que se han generado gracias a la nueva forma de entender los enlaces y por las tendencias sociales, están los wedding social manager. Este perfil es una mezcla entre el wedding planner y el community manager. Se encarga de manejar el entorno online durante la celebración. Crear perfiles para ese día, hashtag, tuitear todos los momentos de la boda o crear álbumes digitales para recopilar las fotos de los invitados son algunas de las funciones de estos nuevos profesionales. Este servicio permite a los novios controlar lo que se publica sobre el día de su enlace, además de ser una manera de coleccionar esos instantes que captan los invitados. Estas actividades tienen que ver con el concepto de la llamada generación millennial y su manera de comunicarse.