La asociación Asterix denuncia actitudes racistas de empresas inmobiliarias y de propietarios de viviendas de alquiler en la capital cacereña. Este colectivo cree que la prohibición se lleva a cabo para evitar que los pisos sean ocupados por inmigrantes, ex-toxicómanos y gitanos.

La asociación explica que, durante la semana pasada, llevó a cabo, un treintena de llamadas a distintas inmobiliarias y dueños de viviendas interesándose por su alquiler. Afirma que, en más de 20 casos, cuando el arrendatario se identificaba como inmigrante, de procedencia gitana o manifestaba que estaba en tratamiento de desintoxicación, le negaban el alquiler. Decían que tenían que consultarlo con el propietario, que ya le llamarían o que el inmueble estaba pendiente de alquiler y que, en caso de no ser ocupado, se lo comunicarían.

INDICIOS DE RACISMO

En opinión de Asterix, este tipo de conductas supone un claro indicio del aumento del rechazo de los arrendadores contra los inmigrantes y los gitanos. En el caso de las inmobiliarias, las excusas fueron "educadas". En cuanto los que accedían, las calidades de las viviendas eran realmente "muy malas", situadas en barrios como Aldea Moret, donde resulta muy difícil alquilarlas o se trata de casas muy viejas, mal amuebladas y sin que mediara contrato para evitar la declaración de Hacienda.