El ayuntamiento y la empresa que gestiona el bus urbano en Cáceres, Autobuses Urbanos del Sur (Busursa) apelan a la cautela acerca de la situación económica de esta y del futuro del servicio en la ciudad. Por parte de la empresa, reconocen que la situación que atraviesan es "complicada" y que las conversaciones con el ayuntamiento y el pago de 220.000 euros que adelantó el consistorio de la deuda, ha permitido el pago de las nóminas de este mes, pero no será suficiente para abonar las de junio. La empresa desconoce además la repercusión que puede tener el acuerdo alcanzado ayer para la compra de viajes Marsans, una de las empresas del grupo de Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, propietarios también de Busursa. "De ese tema no sabemos nada, o al menos nada más que lo que aparece en los medios de comunicación", señalaron ayer fuentes de la empresa.

Por su parte el ayuntamiento está estudiando cómo afrontará esta situación en los próximos días, haciendo frente a dos prioridades: garantizar el servicio y analizar la situación de futuro de Busursa y sus garantías de viabilidad.

Desde el consistorio insisten en que el servicio de autobuses "se tiene que mantener" y que por ello se utilizarán los medios al alcance para que así sea, aunque recuerdan que la situación de las arcas municipales también es delicada y complicada. Por eso distintas concejalías planean un trabajo conjunto para evaluar las garantías de viabilidad de la empresa y seguir cómo evolucionan los actuales problemas de liquidez. "Lo inmediato es hacer frente a las cuestiones básicas para mantener el servicio, que son los salarios de los trabajadores, y el combustible y las reparaciones de los vehículos", insisten desde el consistorio.

La concesión del servicio de autobuses a Busursa no termina hasta dentro de cuatro años --la última adjudicación se hizo en 1999 por 15 años-- y el servicio es deficitario, lo que obliga al ayuntamiento a abonar a la empresa la diferencia que no cubre con la tarifa aplicada a los viajeros. De hecho, la última revisión aprobada por el pleno municipal, en 2005, revelaba que el rendimiento de la tarifa había sido e 3,3 millones mientras que los costes ascendían a 5,1 millones. En los años siguientes el balance ha sido igualmente deficitario, y aunque no se han aprobado las revisiones, el ayuntamiento lo ha ido abonando a la empresa.