No hay un censo actualizado del número de viviendas que están sin ocupar en el casco viejo. Según el plan especial, la norma que se aprobó en marzo de 1990 y que regula las intervenciones urbanística en la zona, había 1.200 en esa fecha. Esta cifra se rebajó unos meses después, y se dejó en 456 en los trabajos previos de la revisión del plan de urbanismo en vigor, aunque no se evaluaron todas las áreas recogidas en el plan. No se incluyeron la Ribera, Huertas y San Francisco. El consistorio pretende ahora elaborar un censo, catalogar un mínimo de 350 viviendas que estén sin ocupar, posibilitando la adecuación de más de 70, y sacarlas al mercado. Aunque el objetivo es mucho más amplio y se quiere llegar a todo el que esté interesado.
La dinamización del mercado inmobiliario en el casco viejo es una de las actuaciones del Urban, el programa con financiación europea (Bruselas aporta el 75%) que garantiza hasta el año 2006 inversiones en la ciudad, a una media de unos 2,5 millones de euros anuales.
Con fondos del Urban se ha abierto una oficina técnica que elaborará un censo de viviendas vacías con datos del catastro y con visitas puerta a puerta. Hay tres objetivos: que el propietario rehabilite la casa para uso propio, para su venta o alquiler o que venda y el comprador realice la reforma. La función de la oficina es asesorar al dueño sobre costes, ayudas y posibilidades del edificio, y ponerle en contacto con compradores, para lo que se creará una bolsa de viviendas.
EL IBI DE VIVIENDAS VACIAS
Los técnicos de la oficina redactarán sin coste para el propietario una propuesta de intervención, según explicó la concejala Teresa Bravo, que junto al alcalde presentó ayer esta actuación. Aunque el objetivo es el casco viejo, en la oficina también se informará de las subvenciones para acometer rehabilitaciones en el territorio Calerizo (los diez barrios donde se invierten los fondos Urban).
En estas diez barriadas, donde reside un tercio de la población, están más de la mitad de los pisos vacíos que hay en Cáceres, según un estudio de la vivienda de 1995, que sirvió de base para redactar los objetivos del Urban, en el que se afirmaba que había 2.820 pisos sin ocupar, de los que 1.421 estaban en territorio Calerizo y 901 entre el Espíritu Santo, San Marquino y áreas del casco viejo. En un informe posterior de la Confederación de Asociaciones de Vecinos de España (Cave) se cifraba en 3.984 el número de viviendas sin habitar.
La presentación de la oficina, cuya creación se incluyó en el Urban en el 2000, coincide con la tramitación de la reforma de la ley de Haciendas Locales, que permite a los ayuntamientos subir el IBI a los dueños de pisos vacíos para propiciar que se alquilen. Para estos casos, en Cáceres se podría hasta triplicar el IBI, aunque esta posibilidad no se aplicará.
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