La banda que extorsiona a constructores de Cáceres les pedía entre 300 y 500 euros mensuales por mantener a salvo sus obras. Aunque muchos de ellos se negaron, lograron que al menos uno de los empresarios pagara, bajo la amenaza de posibles represalias si no contrataban este servicio de vigilancia. Según han confirmado fuentes empresariales, tanto promotores como constructores de la ciudad conocían desde hace meses la existencia de estas extorsiones y coacciones a algunos compañeros de profesión, aunque nunca se habían enfrentado a un acto delictivo como el de la madrugada del lunes, que ocasionó graves daños en la maquinaria de varias obras de Vistahermosa, e incluso obligó a paralizarlas.

Aunque las amenazas más recientes han afectado a empresarios de esta zona, también y con anterioridad, las recibieron otros constructores con obras en otros puntos de Cáceres. A todos ellos --aunque no todos pagaron-- la banda les reclamaba una cantidad por mantener sus obras a salvo y les advertía, como ahora, de que en los próximos meses esta vigilancia les supondría un desembolso mayor, puesto que también sus obras valdrían más.

Mientras tanto, en algunas de las obras afectadas por los destrozos ayer no se habían podido reanudar los trabajos, que pretendían retomar hoy. Los empresarios cuantifican los daños materiales y los dos días de trabajo perdido en más de 22.000 euros y reiteran que están seguros de que "no es un simple robo" porque no solo se han llevado material. Creen que tratan de presionarles para pagar, y que por eso han destrozado cables o maquinaria. "Querían obligarnos a parar", apuntan. Para prevenir actos vandálicos, la junta de compensación les ha facilitado la contratación de vigilantes de seguridad que permanecen en las obras desde anoche.

PREOCUPADOS Los constructores afectados aseguran sentirse "impotentes" y "preocupados" por una situación que aunque les inquieta, no es nueva para todos. Algunos ya vivieron actos vandálicos similares el mes pasado. "Es desolador ver lo que han hecho por no ceder al chantaje y ver la cara de los trabajadores a las ocho de la mañana --el lunes-- contemplando maquinas y tabiques destrozados", explica un afectado. A otro le habían quemado además una caseta de obra recientemente.

Ante la inquietud en le sector, la Subdelegación del Gobierno ha pedido la colaboración ciudadana para que las investigaciones iniciadas por agentes de la Policía Nacional "resulten exitosas". Mientras tanto, algunos de los afectados transmitieron también su preocupación a la alcaldesa, Carmen Heras, en el encuentro que mantuvieron con ella el martes y en el que le pidieron que "la tranquilidad de la ciudad no se vea alterada por bandas como esta". Heras se comprometió a hacer todo lo posible por solucionar cuanto antes esta situación.