Para viviendas, nunca más". Así de contundente se mostró la concejala de Asuntos Sociales y viceportavoz del Gobierno, Basilia Pizarro, tras anunciar en una comparecencia pública de ayer y a preguntas de este diario, que el bloque C de la calle Ródano, el más conflictivo y marginal de la barriada cacereña de Aldea Moret, se convertirá en un centro municipal de servicios múltiples. El anuncio se produce días después de que la edil confirmara, en este mismo periódico, que el inmueble se desalojará antes de fin de año y tras la petición de algunos colectivos de la barriada de que el edificio se destine, precisamente, a un lugar para la participación social.

Y esta opción parece la que finalmente elegirá el equipo de gobierno, después de barajarse otras posibilidades, entre ellas el derribo del bloque o su remodelación para volver a adjudicar las viviendas en condiciones legales. Las gestiones municipales para regularizar este inmueble se hicieron más apremiantes en el mes de abril cuando en un piso de la planta cuarta apareció una mujer emparedada. El dramático suceso puso en evidencia la situación de inseguridad del edificio y llevó al alcalde, José María Saponi, a iniciar los trámites urgentes para solucionar el conflicto. Los informes técnicos arrojaron, a partir de entonces, una situación que obligaba a la acción: de las 48 familias que habitan los pisos, solo 18 lo hacen de forma legal. La decisión del alcalde no se hizo esperar: el bloque había que vaciarlo.

A partir de ahí surgió la pregunta de qué pasaría con el edificio. Ayer la concejala de Asuntos Sociales aseguró que hoy mismo el jefe del ejecutivo cacereño tendrá sobre su mesa un informe redactado por los técnicos donde se detalla un proyecto ambicioso que pretende convertir la cuna de la marginalidad en la cara más amable de Aldea Moret: un gran centro que podría acoger a colectivos ciudadanos, albergar la futura sede del Instituto de Asuntos Sociales de la barriada y, en definitiva, hacer de él el baluarte de la nueva imagen que el gobierno municipal quiere imprimir a Las Minas.

AYUDAS EUROPEAS Basilia Pizarro explicó que la estructura del inmueble presenta condiciones óptimas, aunque los exteriores, las cañerías, electricidad, servicios comunes, etcétera, están "muy deteriorados". Pizarro insistió en la necesidad de "conservación" y habló de ejecutar "una rehabilitación". La concejala convino en que el precio de la obra será costoso pero se refirió a la posibilidad de optar a subvenciones de la Unión Europea, concretamente a una línea de financiación de Edificios degradados para que la actuación sea menos gravosa a las arcas municipales.

La viceportavoz, en declaraciones a EL PERIODICO, comentó que el edificio es propiedad municipal y que, por tanto, en principio no debe haber problemas legales para destinarlo a otros usos que no sean el de vivienda. La concejala explicó que será el propio alcalde quien anuncie públicamente el proyecto que finalmente se acometerá.

DESALOJO En cuanto a la salida del bloque de los actuales ocupantes, la concejala insistió en que es un proceso "díficil y complicado". Y añadió: "Las cosas no son tan fáciles como parecen y en un proceso así hay que tener en cuenta la parte legislativa. Tenemos todos los informes sociales, pero los servicios jurídicos nos indicarán cómo realizar las actuaciones".

En este sentido, Pizarro recordó que las 18 familias que residen de forma legal en el bloque tienen en su poder contratos de compraventa datados en 1987, año en que se construyó este edificio de viviendas sociales que depende del Ayuntamiento de Cáceres, aunque carecen de escritura. La opción ahora pasa por buscarles otra casa y para ello se están adecuando viviendas vacías del bloque A y B y de Primero de Mayo. Los desalojos se harán de forma relámpago.