¿Quién decidirá si Cáceres es ciudad europea de la cultura en el 2016? ¿Cómo se financian los proyectos de la candidatura? Si Cáceres pierde, ¿se dejarán de hacer inversiones en la ciudad? ¿Por qué en las obras de Santa Clara se utiliza ese granito? ¿Y la plaza Mayor? ¿Por qué se cambia otra vez?

Un grupo de alumnos de segundo curso de Secundaria del colegio Paideuterion, de 13 y 14 años, examinaron la semana pasada a la candidatura extremeña dentro de las actividades programadas con motivo de la semana cultural del centro. No fue una prueba fácil, pero Jorge Guijarro, gestor institucional de Cáceres 2016, superó con nota el ejercicio tras exponer a los estudiantes las líneas básicas del proyecto. "En el 2016 tendréis 20 años. Si ganamos, vosotros vais a ser los protagonistas", dijo a un auditorio de jóvenes vestidos con camisetas de regalo con el logotipo de Cáceres 2016.

La experiencia en el colegio de la calle Sierpes sirvió para poner de manifiesto que el objetivo europeo es conocido de sobra entre los estudiantes, más preocupados por las obras que se realizan con cargo a la candidatura en las plazas del casco histórico, los aparcamientos o de si Cáceres tendrá en el futuro un aeropuerto. El experto cacereño del 2016 les respondió con claridad: si el AVE está listo para ese año, la ciudad estará conectada por alta velocidad con Madrid y Lisboa en menos de hora y media.

¿Y los aparcamientos?

Además de las comunicaciones, los alumnos del Paideuterion se interesaron por otras cuestiones de actualidad como los cambios que experimentará la plaza Mayor, obra incluida en el proyecto Intramuros, uno de los ejes estratégicos de la candidatura que Guijarro se encargó de detallar a la clase. "¿Es cierto que se va a reformar también San Juan?", preguntaron unos. "¿Por qué cada vez hay menos aparcamientos y más coches en el casco antiguo?", apuntaron otros.

Pero el principal mensaje que caló entre los jóvenes fue la importancia de que Cáceres se enfrente "a su gran reto en muchos años", dijo Guijarro, que comparó la pugna de Cáceres por la capitalidad cultural europea con las Olimpiadas a las que aspira Madrid o la Exposición Universal que tuvo Sevilla en 1992.

Tampoco faltaron en las intervenciones de los alumnos las referencias a los problemas de accesibilidad al casco antiguo. La situación del Rincón de la Monja o la reforma de Santa Clara salieron a colación como ejemplos de intervenciones urbanísticas que, aunque pueda parecer lo contrario, no pasan desapercibidas a los jóvenes.

El gestor institucional de Cáceres 2016 también tuvo tiempo para incidir en la participación ciudadana, otro de los pilares de la candidatura, en la que las redes sociales desempeñan un papel fundamental ya que ésta tiene presencia en Twitter, Tuenti, YouTube o Facebook --con más de 5.000 amigos--. Las webs de votaciones, dijo Guijarro, son otra buena forma de contribuir a la causa.

Sorprendido por el nivel que encontró en la clase, Guijarro recibió el aplauso final de alumnos y profesores. Había comprobado que Cáceres 2016 no solo cala en los mayores. Los jóvenes también tienen mucho que preguntar porque quieren saber y así se lo demostraron. Ellos serán los destinatarios del proyecto. Otra razón más para seguir luchando por ganar.