Si un cacereño quiere viajar a Etiopía además de hacer las maletas tiene que sacarse un billete a Badajoz. Una vez allí tiene que ir a la delegación del Ministerio de Sanidad y Consumo. Para vacunarse. En la capital pacense está el único centro de vacunación internacional que hay en la región. Allí pagará unas tasas y luego le administrarán la vacuna que previene la fiebre amarilla. En el centro de vacunación se encontrará con Juan Antonio López Gimón, jefe de la Sección de Control Sanitario de la Dirección General de Sanidad, que además de vacunarle le dará algunos consejos antes de emprender la marcha.

López Gimón destaca el incremento "vertiginoso" que han tenido las solicitudes de consejo y de vacunas en los últimos años, ya que cada vez hay más extremeños que buscan pasar el verano en destinos exóticos. Además, cada vez hay más inmigrantes en Extremadura que vuelven con sus hijos a sus países de origen. "El consejo siempre es personificado, depende del país al que se viaja y del tipo de viajero. No es lo mismo ir a un hotel de lujo en Kenia que salirse de las rutas turísticas" señala López Gimón, "tampoco es lo mismo vacunar a un cooperante que a una mujer embarazada o que a un niño, que requiere una atención especial", agrega el especialista.

Vacunas aconsejables

La única vacuna obligatoria por la OMS es la de la fiebre amarilla, aunque algunos países exigen también vacunarse de la meningitis ACYW135, es el caso de Arabia Saudí que solicita el certificado a los que van de peregrinación hacia La Meca. Estas son las dos que únicamente se ponen en Badajoz.

La fiebre amarilla es una enfermedad endémica en Africa ecuatorial, subecuatorial y en la América amazónica. Según informa López Gimón es aconsejable también vacunarse contra la Hepatitis A, la Fiebre tifoidea y el cólera para ir a estas zonas. Además la OMS ha demostrado que la vacuna contra el cólera ejerce cierta prevención contra la diarrea del viajero .

Luego hay enfermedades raras , como la encefalitis japonesa que se contrae en el sudeste asiático si se entra en contacto con los arrozales. En algunos casos también se recomienda vacunarse contra la gripe común por si sirve de algo contra la del pollo .

El caso del paludismo

Según contaba López Gimón uno de las poblaciones más sensible a determinadas enfermedades son los hijos de los inmigrantes nacidos en España, donde el sarampión, por ejemplo, está prácticamente erradicado y el paludismo no existe.

Los inmigrantes de segunda generación, nacidos aquí, no han estado nunca en contacto con el paludismo, como sus padres que ya tiene cierta resistencia a la enfermedad. Pero los niños no. Así que, dependiendo de la zona y del viajero, hay cuatro medidas de protección que van desde simples repelentes contra mosquitos a quimioprofilaxis, que consiste en medicarse como si ya se tuviera la enfermedad, puesto que para el paludismo no existe vacuna.