Cáritas Diocesana alerta de la necesidad de construir un nuevo centro de estancia temporal para personas sin hogar ante la fuerte demanda en las instalaciones que mantiene abiertas en los pabellones de Renfe. Con una ocupación media del 80% durante el 2006, el centro Vida, dirigido y gestionado por Cáritas, se queda pequeño en épocas del año como el invierno o en campañas agrícolas al contar con solo 16 camas.

Atendido por siete trabajadores y voluntariado, este servicio gratuito, abierto durante las 24 horas, prestó atención a un total de 675 personas durante el 2006. El número total de estancias registradas --se puede permanecer días o semanas dependiendo de cada caso-- superó las 4.200. La mayor parte de los usuarios fueron hombres (600) y solo 75 mujeres. En cuanto a la procedencia por comunidades autónomas, Extremadura fue la más numerosa (110 de Cáceres y 67 de Badajoz), seguida de Andalucía (74), Madrid (37), Castilla y León (22) y Castilla-La Mancha (25). Aunque la acogida a extranjeros bajó durante el segundo semestre del año, se atendió a 233.

Con relación a las problemáticas de los beneficiarios, el transeuntismo se lleva la palma con 419 casos; le siguen el paro (196), alcoholismo (82), salud mental (78) y toxicomanías y falta de documentación en regla (63). Los de menor incidencia fueron la falta de vivienda (39), insuficiencia de recursos económicos (20) y los exreclusos, con cinco casos.

Las estadísticas oficiales de Cáritas Diocesana arrojan que los meses de enero y mayo fueron los de mayor acogida en el 2006, aunque las limitaciones de camas obligaron a rechazar peticiones. En las instalaciones alquiladas a Renfe, Cáritas ofrece desayuno, comida y cena a personas sin hogar, además de la estancia, gracias a los convenios firmados con la Junta y el Ayuntamiento de Cáceres, que financian cerca del 70% de los gastos del centro. Su coste total anual ronda los 250.000 euros.

"El servicio se queda corto. Si hubiera otro centro más grande podríamos dar mejor servicio y más cualificado. Necesitamos más medios y dotaciones", subraya Angel Zazo, secretario de Cáritas Diocesana, que reconoce que aún no hay alternativa en la ciudad donde poder abrir uno nuevo. "No se atienden a más personas porque no tenemos un centro más grande. Las instituciones públicas nos limitan los recursos. Hemos hablado de la posibilidad de que el ayuntamiento nos cediera algún terreno y, hasta ahora, no ha habido una respuesta favorable", añade.

Hasta abril del año pasado, Cáritas ofrecía cama y desayuno. Con la ampliación del servicio a todo el día, tuvo que contratar a tres trabajadores más.