Cuatro siglos de la historia de Cáceres dejarán de ser un secreto para los ciudadanos y podrán consultarse cuando los fondos históricos de la cofradía de La Montaña sean catalogados y digitalizados. Hasta el momento nadie tiene acceso a los más de 10.000 documentos que forman este archivo y que suponen una parte representativa de la historia de la ciudad porque esta cofradía ha tenido un peso muy importante en Cáceres desde su creación en 1635.

La catalogación de estos documentos será posible gracias a un convenio de colaboración firmado entre la Fundación Valhondo Calaff, la cofradía y la Universidad de Extremadura (Uex), por el que la fundación concede una beca de 4.320 euros anuales a un licenciado en Historia y matriculado en el máster de Fundamentos de Investigación en Humanidades para que ordene y digitalice el archivo bajo la supervisión de dos tutores --uno de ellos es Francis Acedo, el archivero de la cofradía--.

Entre los miles de documentos se puede encontrar el papel que recoge la declaración de la Virgen como patrona de la ciudad, así como bulas pontificias, concesiones reales, libros de Hermanos difuntos, ejemplares teológicos y litúrgicos, diplomas que se daban a los Hermanos, el manuscrito que recoge el saludo de la cofradía escrito por su fundador Sancho de Figueroa, o la aceptación de Isabel II y Francisco de Asís como Hermanos Mayores.

Todos ellos fueron encontrados en la sede de la cofradía de la avenida de Alemania excepto los escritos entre 1936 y 1939, durante la Guerra Civil. Se trata de acuerdos a los que llegó la cofradía en aquellos años y aparecieron hace poco tras una puerta blindada en el santurio. Francis Acedo cree que durante la guerra pudieron ser guardados allí para mantenerlos protegidos a pesar de que la Virgen se bajó a la concatedral de Santa María para que cuidara a la ciudad durante los bombardeos del 37. "Podemos estar hablando de uno de los mejores archivos de Extremadura, después del de Canilleros", reconoció Acedo, que señaló que los ciudadanos solo podrán tener acceso a los documentos digitales.

El de la cofradía es un archivo privado como lo era el de Marchena o de la familia García Plata, que ya pasaron a ser públicos. Y es que como dijo el archivero municipal: "dejar que nuestros antiguos documentos sean consultados es muy importante porque nuestro patrimonio documental es una buena parte de nuestro patrimonio histórico".