Cientos de cacereños se acercan desde ayer y hasta la medianoche de hoy a la concatedral de Santa María para participar en el besamanto a la Montaña, un acto tradicional del novenario de la patrona que despierta gran devoción en toda la ciudad. No faltó la tradicional mesa de ofrendas en el Palacio Episcopal y la posterior subasta de platos típicos.