Este es el segundo verano que no se instalarán los toldos del centro comercial abierto y los comerciantes denuncian "la falta de implicación del ayuntamiento para obtener la licencia que permita su colocación".

La tela se encuentra almacenada y revisada, desde que fueran retirados al desprenderse un anclaje en la calle Moret, según la gerente del centro comercial abierto, Yolanda Cordero. Así, comenta que ya que se ha hecho la inversión que estaba dentro del proyecto "se debería dar uso". Asimismom indica que se ha propuesto al ayuntamiento que le dé otros usos.

El verano pasado se pidió la licencia para instalar los toldos pero desde el gobierno municipal se dijo que al ser fachadas de propiedad privada se tenían que obtener los permisos de los propietarios, accediendo solamente uno de ellos a su instalación.

A principios de este año, según ha manifestado Cordero, los comerciantes solicitaron una reunión a la alcaldesa, Carmen Heras, para hablar de la instalación de esta estructura y "todavía no hemos obtenido ninguna respuesta".

Sin embargo, desde el equipo de gobierno dicen que "no se ha realizado nunca esa petición" y mantienen que las fachadas donde tendría que ir los anclajes son de propiedad privada. No obstante comentaron que están pendientes de una reunión con los comerciantes para hablar del comercio en general y que ahí se podrá abordar el asunto.

Cordero dice que los toldos conllevan que la temperatura ambiente baje entre dos y tres grados y que haría la zona "más agradable" para el comprador. Añade que los comerciantes no tendrían que utilizar sus propios toldos, que "a veces tapan parte de su escaparate".

Debido a los hechos ocurridos en la calle Moret, Cordero pide que se instalen en primer lugar en Pintores para que la "gente compruebe que están revisados y no pasa nada" y luego se amplíe a otras zonas. Además, solicita la ayuda económica del ayuntamiento para su instalación, que sería de unos 9.000 euros.

Por otra parte, desde la semana pasada comenzó a funcionar el microclima, una vez que ha sido revisado para certificar que no puede haber ningún problema de legionela. Este sistema, que humedece el ambiente, salta a los 35 grados, bajando la temperatura entre tres y cinco grados, pero debido a que las temperaturas no han sido excesivas todavía no se ha hecho notar.