Las próximas obras de canalización del gas natural en la calle Paneras han sublevado a los comerciantes de la zona por acometerse en "plena campaña turística", lo que les supondrá "graves pérdidas económicas", según manifestaron ayer a este diario. Por eso, piden que se pospongan los trabajos hasta, al menos, el mes de febrero, que es temporada baja. "Nosotros vivimos del turismo, si nos abren la calle, se desviarán y será nuestra ruina", declaró Jesús Solís, que regenta una de las tienda de artesanía.

Según las previsiones, las obras comenzarán el próximo lunes, día 15. Deberían haberlo hecho el lunes pasado, día 8. Sin embargo, los empresarios de la calle consiguieron una tregua para el puente del Pilar. Ahora los empresarios han buscado la intermediación de la Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres (Aeca) y tienen previsto realizar un escrito que remitirán al ayuntamiento con la propuesta de demorar las obras.

"Nosotros no nos oponemos a que se ponga el gas, ni que se abra la calle, porque los vecinos tienen derecho al servicio; solo queremos que lo hagan en otro momento, porque estos meses son los mejores", aseguró Inés Márquez, que regenta junto a su familia dos establecimientos: Los Ibéricos y Chuchelandia.

Como ella, opina gran parte de los responsables de los doce negocios que hay en esta calle, convertida desde la apertura del párking de Obispo Galarza en la entrada natural de los turistas a la plaza Mayor. Esta circunstancia motivó precisamente el resurgimiento de la calle con la creación de nuevos negocios enfocados a los visitantes.

´NO´ DEL AYUNTAMIENTO Julián Bravo, de Tienda Vaquera, se lamentó que nunca se consulte al comercio para estos temas, "cuando somos los más afectados". "En el momento que abran la calle, estará muerta porque nadie pasará por aquí. Sabiendo cómo se trabaja en esta ciudad, el tiempo que se tarda en las obras, nos hundiríamos. Al menos, debería haber un compromiso para acortar el tiempo de duración de los trabajos", insistió este empresario.

Precisamente, a esa medida y a otras similares que puedan minimizar los daños a los comerciantes, es a lo único que podría llegar a comprometerse el ayuntamiento, ya que el concejal de Infraestructuras, Miguel López, rechazó ayer de plano en declaraciones a este diario la posibilidad de un retraso en la ejecución de los trabajos. "Es una obra de una empresa privada que tiene su licencia concedida y no podemos paralizarla, porque perjudicaríamos a la empresa y a los vecinos, sus potenciales clientes", manifestó el edil.

López sí se mostró dispuesto a negociar con todas las partes --comerciantes, la empresa del gas, vecinos...-- otras soluciones y medidas para reducir la incidencia sobre los negocios, pero "hasta febrero no se puede posponer", concluyó.

Los comerciantes expresaron ayer su intención de iniciar incluso acciones de protesta si finalmente la calle se levanta como está previsto el lunes.