El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha comenzado a reparar la sala en la que se originó el incendio en el hospital Virgen de la Montaña el mes de marzo pasado. El arreglo, que incluye la reposición del material calcinado, ascenderá a 30.000 euros y será sufragado por los seguros del SES.

Las paredes y los techos, que estaban completamente calcinados y desprendidos (los bomberos tuvieron que tirar los falsos techos para comprobar que no había otro foco del fuego más arriba), ya están reparados. Falta aún la puesta a punto de las tomas de electricidad y reponer el mobiliario y electrodomésticos, entre los que se encuentra la lavadora en la que empezó el fuego.

El incendio fue provocado por un cortocircuito en la lavadora que se ubicaba en esa dependencia y en la que se limpian las mopas de los quirófanos. Esta sala se encuentra situada justo al lado de la de necropsia, que tuvo que cerrarse durante unos días por seguridad, aunque la misma no resultó afectada por el fuego. Lo que sí fue necesario fue la suspensión del servicio de Urgencias durante el día del incendio y la detención de dos operaciones que se estaban realizando en ese momento, por miedo a que el humo entrase en los quirófanos. Se mantuvieron cerrados durante tres días hasta que se limpiaron y se analizaron, para comprobar que no se habían infectado por partículas del fuego. Además resultaron heridas por inhalación de humos siete personas.

EL SISTEMA ELÉCTRICO / Tal y como informó este diario tras este incidente los sindicatos pusieron de manifiesto sus dudas sobre el buen funcionamiento del sistema eléctrico del centro hospitalario ya que, según aseguraban, el hospital sufre cortes de luz de manera muy habitual. El Servicio Extremeño de Salud encargó entonces un informe para conocer si el sistema eléctrico es seguro. El estudio concluyó que, aunque todas las instalaciones tienen ya muchos años, «están muy bien construidas».

En él se explicaba además que cuando se va la luz es porque saltan los diferenciales, algo que es habitual en centros hospitalarios o en otros edificios de parecidas dimensiones. Se trata -añade dicho informe- de «cortes puntuales debidos a cualquier derivación, sobrecarga de ordenadores o de los circuitos»; y concluye que el hecho de que salte la luz refleja «que la instalación está funcionando perfectamente» porque, de no hacerlo, «podrían producirse daños personales o un calentamiento de los circuitos o equipos, con el consiguiente riesgo de incendio».

Lo que no ha concluido aún ha sido el informe sobre el estado de la lavadora, que arrojará información relevante sobre si lo ocurrido se ha debido a un mal mantenimiento de la misma o si, por el contrario, fue un hecho fortuito.

El incendio puso de manifiesto el mal estado en el que se encuentran las instalaciones de este centro hospitalario, en el que han ocurrido otros incidentes importantes, como el desprendimiento de techos en la zona de rayos X y en el área de Oftalmología. La intención del Servicio Extremeño de Salud es cerrarlo una vez que se abra la primera fase del nuevo hospital de Cáceres, cuyas obras se espera que concluyan durante el verano. La previsión es que pueda inaugurarse antes de que acabe el año.