Malestar en la comisaría por las críticas del concejal de Seguridad Ciudadana, Santos Parra, a la Policía Nacional a la que acusó de no haber acudido al altercado ocurrido en la madrugada del pasado martes en Aldea Moret, en el que seis policías locales se vieron obligados a abandonar la calle Germán Sellers de Paz tras haber sufrido un intento de agresión y ser increpados por un grupo de entre 35 y 40 vecinos a raíz del incendio en una furgoneta.

El comisario José Villar del Saz fue ayer categórico en su mensaje al concejal del que, dijo, "falta a la verdad" en sus acusaciones por la cobertura del suceso. Este responsable policial afirmó, tras haber recabado la versión de los agentes nacionales, que dos coches zeta con cuatro policías acudieron a Aldea Moret tras recibir el aviso del 112 a las 3.50 horas del martes, solo cinco minutos después de que se le hubiera notificado a la jefatura de la policía local. Según la versión ofrecida por los agentes que acudieron a la zona, cuando llegaron al cruce de la calle Ródano con Río Tíber había cuatro o cinco dotaciones de la policía local que les dijeron que no entraran al descampado donde ardía la furgoneta porque antes vecinos habían golpeado sus coches.

A pesar de ello, "y ante 10-15 personas de etnia gitana" dos policías nacionales se dirigieron a la furgoneta para tomar su matrícula y, posteriormente, lo hicieron los bomberos, sin que se produjera ningún incidente mientras extinguían el fuego. Una dotación permaneció en el lugar mientras otra se marchó a las Capellanías por un aviso.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) defendió ayer la actuación de los agentes y "la buena armonía y la coordinación" que existe con la policía local "para seguir colaborando y ayudar a la ciudadanía", aunque criticó las declaraciones de Parra porque "entorpecen la labor policial".