Los paneles informativos advertirán sobre la mejor forma de cubrir los tres recorridos de la ronda.

Las actividades deben hacerse de forma controlada y no balística o explosiva.

No correr jamás sin antes haber realizado un suave paseo o unos breves ejercicios de calentamiento.

No realizar actividad física tras ingerir alimentos, y tomar líquido de forma pausada en tantas ocasiones como el cuerpo lo solicite.

Sea cual sea la velocidad y la frecuencia elegida, hay que adoptar una marcha que permita mantener una conversación fluida.

La ropa debe ser cómoda, holgada, sin presión, sin colgantes ni elementos que puedan herir al balancear.

Es importante marchar acompañado y parar al primer síntoma de cansancio excesivo o algún sofoco.

El calzado debe ser flexible, almohadillado bajo el talón y bien sujeto.

Los usuarios que elijan la Ronda Roja deberán mantenerse siempre entre los márgenes de 120 y 140 pulsaciones por minuto.

Hay que respetar las limitaciones de cada uno y no medirse nunca con otros.