Estaban en la cola del baño en un local de copas de La Madrila Baja, tras una larga noche de juerga (eran ya las diez de la mañana). La discusión comenzó por quién de las dos accedía primero al aseo y terminó en una reyerta fuera de la sala Rita, local en el que empezó la pelea.

Dentro del bar una de las condenadas empujó y abofeteó a la otra y, ya en la calle, ambas terminaron agrediéndose. Como consecuencia de los hechos, la primera sufrió una herida en el lóbulo izquierdo, cervicalgia y contusión periocular. La otra padeció heridas con cortes superficiales en los dos brazos y mordeduras en el antebrazo izquierdo. Le han quedado cicatrices como secuela.

Una tercera persona, al ver la pelea, intentó calmar la situación y separarlas. Sin embargo desistió, al observar que una de las acusadas acababa de romper una botella con el objeto de agredir a la otra. En cambio, al darse cuenta de que ésta intentaba parar la reyerta, se dirigió hacia ella con el cristal roto para pegarle. La alcanzó, consiguiendo hacerle un corte en el antebrazo izquierdo. A día de hoy tiene como secuela una cicatriz de cuatro centímetros y medio en esa zona del cuerpo.

Por estos hechos el Juzgado de lo Penal Número 2 de Cáceres acaba de condenar a esta última (la que portaba la botella) a un año y seis meses de prisión por agredir a la mujer que intentó apaciguar la trifulca. Deberá indemnizarla con 1.150 euros. También deberá pagar una multa de 150 euros por las heridas que le produjo a la otra acusada e indemnizarla con 1.770 euros.

Por otro lado la otra imputada ha sido condenada a una multa de 900 euros y a indemnizar a la otra autora de la pelea con 270 euros.