Tenía dos perros muertos y 17 abandonados en una finca situada en la mina de Valdeflores. Los animales estaban en una situación de desnutrición, muchos de ellos atados, sin agua y sin comida. El caso iba a ser juzgado ayer en el Penal 1, pero finalmente la vista no se celebró al alcanzar el acusado un acuerdo con la fiscalía. Ha sido condenado a seis años de prisión (cuatro meses por cada uno de los perros encontrados en esa situación). La fiscalía pedía en un principio 12 años y medio de cárcel.

Sin embargo solo cumplirá doce meses ya que, tal y como explicó la Fiscalía, se ha acordado acumular los delitos como establece el Código Penal: «el máximo de cumplimiento efectivo de la condena del culpable no podrá exceder del triple del tiempo por el que se le imponga la más grave de las penas en que haya incurrido». Por esta razón la condena se ha visto considerablemente reducida de seis años a doce meses. Además durante seis años no podrá ejercer profesión, oficio o comercio relacionado con animales.

El acusado tenía alquilada la finca en la que residían los 19 perros. Según indica el fiscal en su escrito mantuvo a los animales «en un estado total y absoluto de abandono, atados muchos de ellos, sin comida ni agua, en deplorables condiciones higiénico sanitarias, de forma que todos se hallaban en situación de desnutrición», salvo dos de ellos «que estaban atados y muertos». Todo esto lo hizo, añade la Fiscalía «con ánimo de atentar contra la vida de los mismos».

La situación fue descubierta y denunciada por el propietario de la finca. Cuando se avisó al acusado de la denuncia aprovechó un momento en que nadie se encontraba en el lugar para retirar los animales antes de que llegara el Seprona.

Por su parte el abogado defensor, David Gutiérrez, defendió la inocencia del acusado y señaló que se llegó a este acuerdo porque era el más beneficioso para su cliente. Asegura que el acusado «no es un maltratador», sino que es «amante de los animales» y que colabora con varias protectoras. Dice que lo que ocurrió fue algo puntual porque se estaba mudando de vivienda y no tenía tiempo de atenderlos y que dos de los perros fallecieron porque fueron atacados por otro que se soltó. Ya ha pagado una multa de 9.000 euros que le ha puesto la Consejería de Sanidad.