El lunes se reunió el Consejo de Cultura para constituirse, nombrar presidente y comenzar a actuar. Este órgano consultivo fue creado en 2011 pero hasta ahora no se había constituido lo que demuestra el interés de algunos políticos en el desarrollo de la cultura y la participación ciudadana. Afortunadamente parece que el actual concejal, Laureano León, está decidido a darle competencias, hacerle funcionar y contar con su opinión. A la reunión asistieron alrededor de quince asociaciones culturales que demostraron su interés por el asunto y su disposición a colaborar. Es evidente que en Cáceres existen más asociaciones y a la pregunta de por qué no asistieron creo que se puede responder de dos maneras. Una, teniendo en cuenta la trayectoria del Consejo y las actitudes que algunos políticos han tenido hacia la cultura están tan escamados que lo consideran otra tomadura de pelo. En segundo lugar, porque se creen autosuficientes y no le ven ninguna operatividad. Datos que el Consejo deberá tener en cuenta. De cualquier forma una de las conclusiones que se pueden sacar es que en la ciudad existen muchas asociaciones que ponen al alcance de los ciudadanos formas diversas de acceder a la cultura de manera que frente a quienes se instalan en la negatividad y proclaman que aquí no hay oferta de ocio debe afirmarse que en lo referente a la cultura la hay y muy extensa e intensa. Gracias a estas asociaciones los cacereños pueden contemplar exposiciones de Goya, admirar a los pintores autóctonos, asistir a presentaciones de libros, a conferencias divulgativas o de investigación, sumergirse en su historia y reflexionar sobre su mundo, escuchar conciertos de música clásica o flamenca. Es evidente que este mundo necesita el apoyo de las instituciones y una coordinación para vitar que se produzcan solapamientos de actuaciones innecesariamente. Esperemos que el Consejo consiga su función esencial: que las instituciones dejen la cultura en manos de los ciudadanos y se limiten a poner los medios para que ello sea posible.