Dania Dévora, responsable del certamen en España y Portugal, atraviesa unos días realmente complicados en los que ha llegado a anunciar la retirada del Womad de Cáceres, una ciudad por la que, afirma, siempre ha sentido especial debilidad. Ayer rompió su silencio sobre este fuerte desencuentro con el Consorcio Gran Teatro.

--La relación Womad-Cáceres siempre ha sido difícil, pero ésta no parece una crisis más, se habla incluso de divorcio...

--Es el peor momento en 16 años. Siempre ha existido cierta controversia que se diluía a medida que negociábamos, pero la situación actual viene motivada por una provocación, porque ya había un diseño de otro festival. Sabemos que tenemos el respaldo de los extremeños, que nos han acompañado en el crecimiento del festival. Por eso nos parece muy extraño que se empañen 16 años de trabajo en común. La organización está realmente alucinada en Inglaterra, nos han provocado el camino para que nos vayamos, pero no por el público, sino por una controversia política.

--Siempre se alude a la pérdida de calidad del festival.

--Nos molesta que se cuestione continuamente. Al cartel se le imprime la personalidad que requiere cada ciudad, pero se puede comprobar que normalmente los artistas repiten en otros festivales, y no puede ser que los que actúan en el resto del mundo, resulta que cuando llegan a Cáceres todos son malos, es un poco asombroso. No me parece de recibo defender uno a uno a los centenares de artistas que han pisado distintos escenarios del Womad en el planeta, porque en ningún lugar he escuchado que se les considere dentro de un cartel de baja calidad. Te puede gustar un artista o no, pero eso es distinto. Yo invito a cotejar mi opinión con profesionales especialistas que han seguido el Womad de Cáceres.

--Otro escollo: el presupuesto. ¿Qué lugar ocupa el Womad cacereño respecto al resto?

--Es el más barato, el de menor presupuesto. Además, junto con Las Palmas, se trata del único festival gratis para el público, por eso sorprende la polémica. Aun así, siempre hemos sido conscientes de que es un dinero de los extremeños y un esfuerzo muy grande por parte de las instituciones, y trabajamos con un respeto enorme.

--El consorcio también plantea la vuelta a ciertos espacios del casco antiguo. ¿No era ésa una demanda del Womad?

--Esto nos ha sorprendido tanto como la ampliación del festival al fin de semana, porque hemos sido nosotros los que hemos peleado por ambas cosas, al formar parte esencial de la filosofía del certamen. Pero el diseño siempre ha sido trabajado con el consorcio, de hecho, el festival acababa en sábado contra nuestra voluntad.

--Cambios y más cambios. Si se supera esta crisis, ¿no sería hora de sentar ya un formato?

--Sí, incluso me gustaría que se garantizase que trabajaríamos en un proyecto serio, sin más bandeos. De lo contrario no tiene mucho sentido seguir.

--Existen entre 8 y 11 sedes del Womad cada año en el mundo... ¿Y en todas tienen que solventar estas controversias?

--Hay escollos lógicos, pero no de estos niveles. Acabamos de firmar 4 años con Las Palmas y 11 con Adelaida (Australia). Aun así, Womad ama a Cáceres, tenemos pasión por la ciudad, es un orgullo. De lo contrario no se entenderían estos 16 años con un montón de problemas.