Lo que hace casi un año y medio supuso para el hijo de José Monforte y María José Gutiérrez una ilusión, sus padres le compraban un coche, se ha convertido para toda la familia en una pesadilla, que les ha llevado incluso ante la justicia. Hace cinco meses, concretamente el pasado 12 de junio, recibían la sentencia del Juzgado número 5 de Cáceres estimando su demanda contra Seat y condenando a ésta "a que efectúe las reparaciones que sean necesarias en el vehículo de los demandantes a fin de que quede arreglado de la avería que presenta", fijándose su coste, en el mismo fallo, en 3.062 euros.

"Pensábamos que esta sentencia supondría la reparación del coche, pero han pasado cinco meses y siguen sin arreglarlo, no han cumplido aún la sentencia", denunció a este diario José Monforte, quien hizo constar que ya "hemos solicitado al juzgado que se exija a la empresa la ejecución de la sentencia".

Pero es que aún hay más. Han ganado el juicio y un juez ha condenado a Seat a repararles su vehículo, "y no solo no lo hacen, sino que encima el concesionario de Seat en Cáceres, Honorio Automoción, donde está el coche, nos ha remitido una carta en la que nos insta a retirar el vehículo de sus instalaciones, advirtiéndonos de que en caso contrario nos cobrarán 3,45 euros por cada día que esté el coche allí", criticó Monforte.

AÑO Y MEDIO EN LUCHA Todo se inició el 19 de julio del año pasado, cuando José Monforte y su mujer decidieron comprarle un coche a su hijo, "y como era de segunda mano pagamos algo más para que tuviera una garantía oficial de la fábrica". Monforte recordó a este diario, y así consta también en su denuncia ante el juzgado, que ya en el mismo momento de la compra "le dijimos al vendedor que se notaba un pequeño ruido al tocar el freno, pero nos contestó que debía ser solo un mal ajuste de las pastillas de freno, pues el coche estaba revisado, y que nos esperáramos a que la garantía estuviera efectiva para comprobarlo y al mismo tiempo aprovechar para realizarle un cambio de aceite gratuito".

Pero no fue así. El coche nunca llegó a estar bien, tuvo continuas averías, "y como no atendían nuestras reclamaciones acudimos primero a Consumo y, finalmente, ante sus continuas negativas a todas nuestra acciones, recurrimos al Juzgado, que no dio la razón".