La Guardia Civil ha desmantelado un punto de venta de drogas en la estación Arroyo-Malpartida. Los agentes tuvieron conocimiento, gracias a la colaboración ciudadana, de que un hombre estaba arrojando plantas de marihuana por la parte trasera de su casa.

El individuo, de 41 años de edad, se enfrentaba en ese momento al desalojo de su vivienda por parte de una comitiva judicial. Ante esta circunstancia, el hombre quiso librarse de las plantas arrojándolas fuera de la vivienda y trasladándolas a una casa vecina. Esto es lo que advirtieron los vecinos, que dieron la voz de alerta y avisaron a la Guardia Civil de la localidad vecina de Arroyo de la Luz.

Fueron los agentes del Equipo Roca de Valencia de Alcántara quienes localizaron al individuo y, previa autorización del propietario de la vivienda, una vez terminado el desahucio, procedieron al registro de la casa.

Los agentes encontraron en el interior un invernadero destinado al cultivo de marihuana, al que se habían cerrado ventanas e instalado un extractor con filtro de aire, lámparas de calor, revestimiento térmico de paredes e instalación eléctrica independiente, que la Guardia Civil ha valorado en 5.000 euros.

En total, los agentes han requisado 200 plantas de marihuana, de una altura de 1,50 metros, además de documentos con anotaciones relacionadas con el tráfico de drogas.

El detenido, del que no ha trascendido su identidad, ha sido acusado como supuesto autor de un delito de tráfico de drogas y pasado a disposición judicial en el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº1 de Valencia de Alcántara.

La detención de este individuo no ha sorprendido en la estación de Arroyo-Malpartida. Este diario ha podido hablar con algunos vecinos de esta pedanía, que han confirmado que sospechaban de la venta de drogas en la vivienda del detenido, por el «trajín» de gente que iba y venía de ella. Sin embargo, dicen desconocer que la droga se cultivaba en esa misma vivienda.

Lo que sí ha sorprendido a los vecinos de la estación es el volumen del alijo de droga requisado, en total, 200 plantas de marihuana.

Estos mismos vecinos, que no han querido dar su nombre, reconocen que no avisaron antes a la Guardia Civil de sus sospechas por miedo al hombre detenido ahora, al que consideraban una persona conflictiva.