La Guardia Civil ha detenido a M. M. B., y F. M. R., padre e hijo, ambos vecinos de Descargamaría (Cáceres), por haber instalado varios cepos metálicos de grandes dimensiones para la caza furtiva del jabalí, uno de los cuales provocó heridas graves en el propietario de la finca en que habían sido colocados.

Según informó ayer la Guardia Civil en un comunicado emitido por la Subdelegación del Gobierno, M. M. B., y F. M. R., fueron detenidos el pasado 27 de diciembre por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Valverde del Fresno y del puesto de Gata como supuestos autores de un delito de lesiones y otro relativo a la protección de la flora y la fauna.

PRONOSTICO GRAVE Las detenciones se practicaron después de que el Seprona tuviera conocimiento del ingreso, en el hospital de Coria, de un vecino de Robledillo de Gata (Cáceres) que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente al presentar una herida muscular en su pierna derecha, de pronóstico grave.

Según la Guardia Civil, el herido fue trasladado al centro hospitalario después de que el pasado 26 de diciembre, cuando se encontraba trabajando en una finca de su propiedad, quedó atrapado en un cepo de considerables dimensiones utilizado para la caza furtiva del jabalí.

En el lugar, la Guardia Civil halló otras trampas que se encontraban soterradas sobre el terreno. Por ello, estableció un servicio de apostadero en las proximidades para identificar a los responsables, que fueron sorprendidos el día 27 cuando revisaban el estado de los cepos y comprobaban si habían capturado algún ejemplar.

Al percatarse de la presencia de los agentes se dieron a la fuga, aunque posteriormente fueron detenidos cuando regresaban a la localidad de Descargamaría. Intervinieron tres cepos metálicos, a los que se les había soldado en cada carrillera aristas dentadas con la finalidad de asegurar la muerte de las especies objeto de captura, según explica la Guardia Civil.