Una discapacitada física ha denunciado la explotación laboral que asegura haber sufrido durante el mes que trabajó en el centro especial de empleo en Cáceres de Cocemfe (Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica).

Juana López Maestre, que mañana cumple 61 años, expone, en el escrito de denuncia presentado por su hijo Víctor Manuel Parra ante la Inspección de Trabajo con fecha del 8 de noviembre, "el régimen de esclavitud" en el que desempeñó su trabajo, que consistía en "montar, ensamblar y sellar sistemas de perfusión venosa (goteros)" junto a otros "ocho o diez discapacitados físicos y psíquicos".

Aunque Cocemfe niega taxativamente que se haya producido esta situación, en la denuncia se recogen una serie de "irregularidades" como que "sus salarios no alcanzan el salario mínimo interprofesional, ya que cobran según producción" y que, "para alcanzar el salario mínimo interprofesional, deben hacer al día 2.650 unidades (de goteros)". Esta cantidad es considerada en la denuncia de Juana López y su hijo como "escandalosa dadas las condiciones de los trabajadores que las realizan" y pone como ejemplo que "algunos de ellos comienzan la jornada a las 5 o 6 de la mañana para intentar alcanzar esa cifra. Llegan a trabajar 12 horas diarias". El escrito concluye que Cocemfe "obliga" a los trabajadores a "firmar nóminas ilegales, ya que la cantidad que aparece en ellas no es lo que han recibido".

Además de tramitarla ante la Inspección de Trabajo, que declinó ayer dar cualquier explicación sobre el procedimiento en el que se encuentra esta denuncia, el hijo de la afectada se ha dirigido también a los servicios territoriales de la Consejería de Sanidad en Cáceres para poner de manifiesto que "esta cadena de montaje no cumple las mínimas medidas de seguridad e higiene". Víctor Manuel Parra asegura que "los componentes de los sistemas llegan embalados en cajas de cartón no selladas, es decir, sin ninguna medida de protección higiénica o estéril y que, una vez en la sala de montaje, son manipulados sin guantes y en un ambiente no estéril". Afirma que los goteros "son embalados de la misma manera y sellados en la misma sala donde el mozo encargado del material entra y sale sin ningún tipo de precaución sanitaria ni higiénica".

La Consejería de Sanidad comunicó ayer que no había actuado en este caso, aunque el pasado lunes la presidenta de Cocemfe Cáceres, María Dolores García, afirmó que las instalaciones fueron cerradas "por Sanidad" tras la denuncia presentada por Víctor Manuel Parra el 8 de noviembre. Respondió que todos los trabajadores --según ella, 17 discapacitados físicos-- "trabajan a producción, pero todos consiguen el salario mínimo" y precisó que la trabajadora firmó un contrato por un año. "Se le hizo este favor para cotizar un año y poder ir a su pensión. Si en principio ella viene, me cuenta a mí la película y me lo dice con el corazón lo mismo hubiéramos continuado", subrayó en el caso de no cumplir con lo exigido.

ORGANIZACION Sobre la producción mínima diaria de 2.650 goteros por jornada laboral --cláusula que aparece recogida en el contrato firmado por Juana López--, Cocemfe afirma que "no es verdad" que sea una cifra "escandalosa" como defiende el hijo de la afectada, aunque admite que "tienen que hacer una producción mínima para llegar al salario mínimo". Dolores García explica que los trabajadores "se planifican cómo quieren hacer y cuánto quieren ganar. Claro que si quieren ganar más se quedan más horas. Hay gente que ha sacado 200.000 pesetas", añade.

Esta responsable recalca que el hijo de la trabajadora "ha querido hacernos daño" y asegura que "ni siquiera ha venido a hablar conmigo" y que la contrataron porque Víctor Manuel Parra "era amigo" de José Luis Bravo, el secretario actual de Cocemfe.

En respuesta las 12 horas de trabajo denunciadas por Parra, Dolores García dice que "eso es porque quieren ganar mucho más y se les deja la libertad de venir cuando ellos quieren". Con respecto a la supuesta firma de nóminas ilegales, responde que "firman lo que es correcto, el salario mínimo interprofesional".

La portavoz de Cocemfe resalta que el hijo de la trabajadora había dicho que "venía a por la directora, el encargado de la sala y José Luis --el secretario--, que era amigo suyo, para sacar nada. ¿Qué quiere sacar? Que se haya cerrado esto y ya está".

En cuanto al cierre, la presidenta indica que les ha ocurrido "porque no somos unos burócratas y no tenemos un papel y ahora se está intentando buscar". García precisa que este documento se refiere "al preensamblado de plástico en sala limpia", aunque afirma que en las instalaciones "no se ha encontrado nada anormal, sino el papel que nos faltaba. A lo mejor pensamos que el industrial que nos suministraba el material para los goteros tenía ese papel", en alusión a la empresa Sendal SA.

Dolores García defiende la actuación de la asociación porque, dice, "si encontráramos otro trabajo en el que ganaran el doble, también lo haríamos. Pero el mercado para nosotros está muy complicado" y recalca que, a pesar del cierre, no se ha dado de baja a ningún trabajador.