Las consecuencias físicas del quinto día de huelga de hambre en los parques del Sepei son ya evidentes entre los bomberos. Dos agentes del parque de Cáceres tuvieron que ser hospitalizados ayer por su estado de salud, el primero por la tarde, que fue trasladado por sus propios compañeros a un centro sanitario, y el segundo atendido por una ambulancia a las 22.30 horas.

Otro de los agentes del parque cacereño necesitó también por la mañana asistencia médica por fuertes dolores de estómago, aunque pudo regresar a las instalaciones. Algunos de los encerrados afirmaron ayer haber perdido una media de entre tres y cinco kilos de peso. Además, habían sufrido mareos y problemas de estómago aunque tenían el ánimo intacto, según afirmó uno de los portavoces de los bomberos, Joaquín Fernández. "Estamos más unidos que nunca y convencidos de lo que estamos haciendo", subrayó.

Para este portavoz, la diputación está intentado minar la moral de los huelguistas: "Ayer --por el jueves-- trataron de amedrentarnos con una carta y por la noche nos hicieron una oferta con algunos puntos económicos para la gente que está indecisa. Es una guerra psicológica. No nos vamos a conformar con las reivindicaciones. Queremos que, del presidente de la diputación para abajo, se vayan", apuntó. Jorge Borrallo, otro de los portavoces del colectivo, aseguró también que la situación ayer "empezaba a ser dramática" por el deterioro físico de los huelguistas. Además, indicó que los bomberos contratados por la diputación para cubrir el servicio no son 51 sino 42, un número que consideró "insuficiente". Este portavoz aclaró que estos bomberos no son profesionales y por ley no pueden desempeñar la labor que ellos realizan.

La protesta de los bomberos también ha llegado a la red a través de correos electrónicos donde poder recibir apoyos de los ciudadanos. La diputación ya ha comenzado a buzonear el informe en el que defiende sus argumentos en este conflicto.