El portavoz del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cáceres, Valentín Pacheco, ha anunciado que se ha decidido suprimir el funcionamiento de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Aldea Moret, debido a los problemas que acarrea y realizar una obra de conexión con la del Marco, lo que supondrá un ahorro para las arcas municipales de "entre 40.000 y 50.000 euros al año".

La obra consistirá en sacar un tubo desde la calle Juan García en el citado barrio hasta el colector situado en el paso inferior de las vías del tren que, a su vez, conectará con la subestación de bombeo que se construyó en la urbanización de Río Tinto y desde ahí se conectará con la red general de colectores y se procederá al vertido de las aguas residuales en la EDAR del Marco.

De esta forma la EDAR de Aldea Moret "quedará totalmente suprimida", ha explicado Pacheco en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno semanal, lo que supondrá un ahorro "importante" aunque a la vez se produzca el consiguiente gasto por el bombeo hasta la red general de la ciudad.

Toda esta obra correrá por cuenta de la empresa concesionaria del Servicio Integral de Aguas de Cáceres, Acciona, ya que era uno de los proyectos que se recogían en el contrato de gestión que se firmó tras la adjudicación, según explica el portavoz municipal.

Pacheco ha recordado que existen otras dos EDAR, las de Capellanías y Malpartida, que "vienen dando muchos problemas de funcionamiento desde su inicio" pero ha añadido que "no se sabe todavía qué se va a hacer con ellas".

Los albergues de Valhondo y Rincón de Ballesteros

Por otra parte, la Junta de Gobierno local ha aprobado también el expediente de contratación y el pliego de condiciones administrativas y técnicas para la explotación de los albergues municipales del edificio Valhondo, en Cáceres, y de la pedanía de Rincón de Ballesteros.

Las empresas que quieran concurrir al concurso deben presentar sus ofertas en el plazo de 15 días desde su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP)y se ha estipulado un canon de 4.000 euros al año, por lo que "se valorará el exceso de ese canon", argumenta Pacheco.

La explotación de ambos albergues no debe ser inferior a siete años, que es el plazo que se ha estipulado para poder amortizar la inversión que el ayuntamiento ha realizado en la reforma y mejora de los edificios.