"Es un premio que llega en el momento justo", señala Manuel Espada, jefe de cocina del restaurante Eustaquio Blanco. Sin embargo, se trata de un reconocimiento que conlleva nuevas obligaciones: "el reto ahora es colaborar tanto con el ayuntamiento como con la Asociación de Cocineros y Reposteros de Extremadura para seguir creciendo aún más".

Actividades como la masiva concentración de cocineros y estudiantes de cocina en el arco de la Estrella han potenciado sin duda la candidatura. "El sector hostelero se ha volcado por completo y Cáceres guarda una magnífica relación con el turismo. La hospitalidad de nuestra gente y el sabor de boca que dejan en los turistas cuando se marchan ha sido clave".