Fenicia C., de 23 años y embarazada de ocho meses, salvó ayer la vida y la de su hijo tras ser atropellada en un paso de peatones de la avenida de Cervantes. "Faltan tres semanas para que el niño nazca, pero está bien. Ha sido un gran susto", declaró la víctima a este diario ayer por la tarde cuando aún permanecía en observación en el Servicio de Urgencias del Hospital San Pedro de Alcántara, al que fue trasladada tras el siniestro.

La mujer es rumana y lleva seis meses residiendo en España. A pesar del aparatoso atropello y su avanzado estado de gestación, resultó tan solo herida leve y el niño no había sufrido aparentemente ningún daño. Ella, sin embargo, presentaba policontusiones en el cuerpo y erosiones, sobre todo en la cara, según informó el Servicio Extremeño de Salud.

El atropello ocurrió sobre las diez de la mañana a la altura del número 21 de la avenida de Cervantes, informó la policía local. El paso de peatones está señalizado, aunque no tiene semáforos. La mujer fue embestida por un Rover de color verde que circulaba en dirección al centro de la ciudad y que no consiguió frenar a tiempo. La víctima fue desplazada varios metros en la calzada y por el impacto del golpe, se resquebrajó la luna delantera del vehículo, según relataron testigos del suceso.

La mujer no perdió la consciencia. Una ambulancia del 112 la trasladó hasta el hospital donde al cierre de esta edición seguía en observación, más por su embarazo que por la importancia de las heridas. Por la tarde, tranquila aunque dolorida, confirmó a este diario que tanto ella como el bebé se encontraban bien pero le dolía "todo el cuerpo". "Ha sido un gran susto", aseguró sin poder llegar a explicar cómo ocurrió.

Uno de los responsables de la farmacia de esta calle contó que frenaron dos coches al mismo tiempo al acercarse al paso de cebra, pero que uno de ellos no logró esquivar a la mujer y la arrolló. Un hombre conducía el vehículo. La policía local no facilitó las causas del accidente.