El posible traslado de la Inspección de Trabajo a otro edificio no tiene por qué afectar a los otros inquilinos del edificio: la Federación Empresarial Cacereña y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras. De hecho, quien está de manera provisional en el edificio es la inspección, porque sindicatos y empresarios tienen derecho al uso del edificio que hace esquina entre las calles Primo de Rivera y Obispo Ciriaco Benavente.

El inmueble, que fue conocido muchos años como las casas sindicales, forma parte de lo que se llama patrimonio sindical acumulado: bienes propiedad del Estado pero cuyo uso se ha atribuido a las organizaciones sociales más representativas. La gestión de este patrimonio corresponde a la Subdirección General del Patrimonio Sindical, dependiente del Ministerio de Trabajo.

POSIBLE VENTA Por lo que respecta a la posibilidad de que el edificio se enajene, algo que acordó la Comisión Consultiva Nacional del Patrimonio Sindical en 2004 y que publicó este diario, la página web del Ministerio de Trabajo recoge que ninguno de los edificios del patrimonio sindical acumulado en Extremadura está en venta. En otras comunidades autónomas sí los hay. EL PERIODICO consultó ayer a la subdirección general por la situación actual del edificio, pero al cierre de esta información no se había obtenido respuesta.

Pedro Rosado, secretario general de la Federación Empresarial Cacereña, manifestó ayer que no tiene conocimiento de que el edificio vaya a venderse. Si esa fuera la intención del ministerio, sindicatos y patronal tendrían que estar informados y dar su opinión, ya que forman parte de la Comisión Consultiva Nacional junto a la administración. Rosado recuerda que edificios como este se financiaron "con las cuotas de empresarios y trabajadores".

INADECUADO Fuentes de la Inspección de Trabajo han confirmado a este diario que la inspección "está buscando un edificio adecuado en Cáceres" para trasladarse. Una posible ubicación sería un edificio de nueva construcción en Macondo, pero todavía no hay nada decidido y el traslado, como pronto, tardaría en torno a año y medio. Las mismas fuentes precisaron que el servicio a los usuarios "de toda la provincia" se puede dar igual de bien en una zona como Macondo, con transporte público y sin problemas de aparcamiento, que en el centro de la ciudad.

Entre los problemas que presenta el edificio actual, que esas fuentes consideran "totalmente inadecuado", están humedades, averías de los ascensores, un sistema de calefacción y una instalación eléctrica obsoletos y falta de salidas de emergencia y de accesos para minusválidos.