Javier Galán acaba de recibir una postal de Dusseldorf (Alemania). Un amigo alemán le cuenta que ha encontrado en Colonia un piso no más grande que el suyo de Cáceres, pero más barato y cerca de la universidad. Ambos fueron vecinos el año pasado en el número 6 de San Blas, un curioso edificio de diez apartamentos distribuidos alrededor de unos patios, a modo de los viejos corrales de vecinos o, como dice Javier Galán, Melrose place sin tanto lujo. Las cuatro paredes y media de su piso delimitan un espacio de 27 metros cuadrados. Es, como se dice en el argot inmobiliario, un sólo ambiente. La cocina, el salón y el dormitorio coexisten en una misma estancia, aunque un armario ropero improvisa un muro para robar algo de intimidad a los sueños. El pequeño baño es la única habitación independizada. Eso sí, no falta la mesa de ordenador con línea ADSL y aire acondicionado. "Todo lo que yo quiero y necesito está aquí y para mí es más fácil limpiarlo y moverme por este reducido espacio", explica el inquilino.

Javier Galán tiene 33 años, está soltero y es discapacitado. Sufre desde 1993 una tetraparexia por culpa de un accidente de tráfico: una lesión cerebral que le produce dificultades de movimiento y de lenguaje. Compagina su trabajo en un taller de empleo de Cocemfe (en el Nuevo Cáceres) como informático con estudios de ingeniero informático por la universidad a distancia (UNED). "En mi situación, al principio me daba pánico vivir solo. Estuve un año viviendo con mi hermana y ella me enseñó a limpiar, a cocinar..., a todo. Ahora me sé desenvolver y en este espacio me es mucho más fácil", cuenta. Además, confiesa que vive en este minipiso porque "es lo que me puedo pagar viviendo solo" --283 euros-- y por las fiestas que a veces organizan los vecinos en el patio comunitario. "Me gusta mucho vivir en esta comunidad, son todos jóvenes y lo pasamos bien".

A pesar de ello, reconoce que es un hogar provisional. De momento, se ha apuntado en la lista de de aspirantes a obtener un piso de 60.000 euros de promoción pública en El Muelo, "aunque hago el número 4.000 y pico", afirma. "Este sitio está muy bien, pero si fuera un pelín más grande estaría mejor".