Desde la creación de la Unión de Cofradías Penitenciales hace 16 años, nunca se había dado una situación como la actual. Según desveló ayer EL PERIODICO, la Sagrada Cena acaba de escindirse del colectivo y no saldrá en la procesión magna ni en la guía oficial. Este hecho ha provocado la primera controversia en un largo proceso de colaboración de las 12 hermandades, que ha permitido, entre otros muchos avances, la declaración de Interés Turístico Nacional para la Semana Santa cacereña.

La Sagrada Cena, tras unos meses de trámites, pasó de cofradía penitencial a sacramental el pasado día 10, y se desvinculó de la unión. "Nos han perseguido desde que nos constituimos en 1995. Todo ha sido una maniobra para borrarnos, un tipo de vendeta, no sabemos las razones", declaró ayer el responsable, Antonio Rubio. Agregó que cuando se sumaron a la unión, el entonces presidente, Alonso Corrales, "ya intentó cercenar nuestro cartel, nuestra guía...".

Durante el segundo mandato, a cargo de Jesús Bravo, "también se nos negó que llevásemos a Nuestra Señora del Rosario al desfile magno, puesto que sólo iría la Soledad. Pero se descubrió que había un acuerdo con una tercera cofradía para que aportara su Virgen". En cuanto al presidente actual, Luis Jiménez, "nos dijo en el 2002 que íbamos por libre, y añadió en tono amenazador: a partir de ahora vamos a... ".

Rubio también está en contra de las sanciones económicas aprobadas por la unión, "porque parece que van contra nosotros". A su juicio, "las ayudas del ayuntamiento deben repartirse entre todas. Están confundiendo la asignación de una subvención con la adhesión incondicional a su unión y a su presidente".

Además, la Sagrada Cena, formada por 1.500 hermanos, solicitó hace tres meses participar en la procesión magna con su paso titular. "Ibamos a llevarlo sobre una plataforma rodante porque necesita 126 hombres, y somos conscientes de que es un número alto en un desfile que requiere tantos cofrades". La hermandad estaba dispuesta a contratar una grúa y una carpa para los preparativos, y a encargar 6 tulipas a un orfebre. "La unión nos ha mostrado el más absoluto desprecio al no responder".

"Tampoco aparecemos en la guía oficial, que ya no puede denominarse así. Aunque seamos cofradía sacramental, en otras ciudades no ocurre esto", dijo.

"NO QUEREMOS POLEMICA" Por su parte, las once cofradías restantes parecen cerrar filas en torno a la unión. El presidente, Luis Jiménez, ofreció ayer una escueta declaración amparándose en que el colectivo "no quiere ninguna polémica, sólo trabajar como hasta ahora". En primer lugar, aclaró que la Sagrada Cena no asiste a ningún encuentro ni actividad de la unión desde junio del 2002, "sin que haya habido explicación alguna". Según Jiménez, "en octubre decidieron convertirse en cofradía sacramental y desvincularse, sin mediar razones ni palabras".

"Nosotros, ante tal actitud, no nos sentimos obligados a incluirles en los actos ni en las publicaciones de la unión-- continúa el presidente--. Cuando estaban en el colectivo, no participaban, y ahora que se marchan sin más, quieren hacerlo". Aun así, la unión quiere evitar que los cofrades salgan perjudicados y ha seleccionado a la banda de la Sagrada Cena para la presentación de la Semana Santa cacereña en Sevilla. "No hay persecución, no hay nada de eso", afirma.

Por último, Jiménez destacó la colaboración entre el resto de las cofradías: "En la procesión magna, por ejemplo, se cederán los pasos unas a otras, un talante que se respira siempre. En cualquier caso, evitaremos la polémica y nos limitaremos a emitir un comunicado", concluyó.