Una escuela taller de la Universidad Popular de Cáceres ha sido la encargada de arreglar las deficiencias del colegio público Extremadura, que, como ya anunciara este diario hace algo más de dos meses, tanto habían demandado los padres y la dirección del centro. El principal problema era la arena del corralito --zona de juegos de los niños de Educación Infantil--, que llevaba años sin rellenarse, lo que provocaba un gran desnivel entre el espacio de recreo y el resto del patio.

Como consecuencia, los alumnos habían sufrido varias caídas. La sección de obras se ha encargado de rellenar el corralito de arena y ha procedido a cortar el hierro oxidado de una señal rota que se encontraba en uno de los laterales del patio, con el riesgo de que los pequeños pudieran cortarse.

Como ya recogiera este diario hace poco más de dos meses, los padres del centro recogieron cerca de un centenar de firmas para exigir el arreglo del patio de infantil del centro escolar, que consideran "peligroso" para los niños. Llevaban años demandando la reforma pero nunca lo habían conseguido. Pensaron incluso en llevar a cabo un rastrillo entre los padres para recoger dinero y poder costear de esa manera las los trabajos de mejora.

ARREGLOS SENCILLOS "En general han sido arreglos sencillos que no han costado nada al ayuntamiento porque no hemos tenido que comprar nada. Los padres nos plantearon una serie de problemas y hemos buscado la fórmula para solucionarlos porque son anolamías que se pueden subsanar rápidamente", explicó la concejala responsable del área de la Universidad Popular, Rosa Palomino.

Por otro lado, la escuela taller también ha cortado un árbol que estaba deteriorado y corría el riesgo de caerse a la carretera (la calle Héroes de Baler, una de las más transitadas de Cáceres); y ha reformado la rampa de acceso al centro. Por último, se han colocado bancos a lo largo de todo la zona de recreo del colegio.

Según explicó la edil, Rosa Palomino, también está previsto instalar un vallado que recubra el arenero que impida que este pueda verse desde fuera. Esta era otra de las principales preocupaciones de los padres, que decían estar intranquilos cuando sus hijos salían al patio porque cualquier persona podía darles algo desde la calle.

Fuera del centro, se pondrá otra valla que separe la acera de la calzada, en la zona que se encuentra contigua al colegio, para evitar que los niños puedan cruzar. "Ya está en proyecto pero se hará cuando se contrate a un monitor de forja, que ahora mismo no tenemos", dijo Rosa Palomino.