Da la impresión de que el alcalde ha tocado a arrebato para reunirse de la noche a la mañana con los presidentes vecinales. Puede ser por dos motivos: se habrá dado cuenta, después de tantos años en la alcaldía, que la mejor forma de tomar el pulso a la opinión de los ciudadanos es a través del movimiento vecinal organizado o, por el contrario, ¿le habrá inducido a tener esta iniciativa el inminente comienzo de la precampaña electoral? A la vista del tiempo que lleva sin tener contacto alguno con el movimiento vecinal, me inclino más por la segunda y no por la primera, aunque, como siempre, el tiempo demostrará sus "buenas intenciones". Además, me impulsa a pensar así el hecho de que el ayuntamiento no tiene una política clara, por decir algo, ni de apoyo a las organizaciones vecinales para un adecuado desarrollo de su actividad de representación y de defensa de los intereses de sus vecinos, ni se han establecido, en ningún momento, cauces de participación institucional. No se ha propiciado ningún mecanismo de participación en plenos, comisiones informativas o antes de los presupuestos. Sería muy fácil para el alcalde conocer las demandas de los barrios sin necesidad de pedir "dos folios"; es más, es su obligación conocer sus problemas y las soluciones que exigen las asociaciones con solo preguntar al edil de Participación ciudadana, o bien con que se le pasen los muchos escritos que vía registro municipal hemos enviado en los últimos años al ayuntamiento las asociaciones, sin respuesta ni soluciones en la mayoría de los casos.

*Presidente de Residencial Universidad.