La Feria Gastronómica de Cáceres no parece tocar techo y todavía se desconoce el volumen que puede alcanzar. Si en la segunda edición se vendieron 40.000 tapas y en la tercera 56.000, durante la cuarta ya se han dispensado 58.000 y aún resta toda la jornada de hoy. De hecho, la afluencia de público desbordó ayer las previsiones y obligó a aumentar los puntos de venta de tíquets de dos a cuatro (hoy habrá un quinto). Incluso así las largas colas subían desde la plaza Mayor por Gran Vía y también se prolongaban metros y metros hacia abajo. El cierre de la feria estaba previsto ayer a las siete de la tarde, pero en ese momento quedaban alrededor de dos mil personas en la zona, de modo que se optó por permanecer dos horas más.

"La gente responde, estamos bastante satisfechos. El cambio de ubicación del pabellón Serrano Macayo a la plaza Mayor ha sido un acierto, y además el tiempo acompaña", declaró anoche Rafael Robina, gerente de la Institución Ferial de Cáceres (Ifeca), entidad que organiza el certamen junto al Consorcio 2016 y la DO Torta del Casar, con el patrocinio de Caja Extremadura y la firma Mahou.

SUFICIENTE GENERO El viernes se vendieron 16.500 tapas (frente a las 6.900 del día inaugural de la pasada edición), y ayer se superaron todas las expectativas con más de 41.000. En definitiva, las 50.000 raciones que se preveían para la presente feria están más que conseguidas. "Afortunadamente, pese a la avalancha, las empresas participantes han calculado este año mejor sus previsiones de género y solo alguna ha tenido problemas", matizó Rafael Robina. Fue el caso del Hotel Rural Abadía de Yuste, ganador del premio a la mejor tapa, que registró una considerable afluencia desde la apertura y aun así logró dispensar raciones hasta las cinco de la tarde.

Y es que la feria es un festín colectivo con el público comiendo a dos carrillos y las manos ocupadas con platos y más platos. Desde la sencilla exquisitez de un buen jamón o un buen queso, hasta las tapas elaboradas con nombres de lo más sugerente, los asistentes pueden elegir este año entre aproximadamente 120 tapas que la mayoría degusta tomando asiento en las escalinatas soleadas de la plaza.

Hoy abrirán todos los puestos con sus existencias renovadas y con los mismos precios: tíquets a 0,8 euros (las tapas de los restaurantes costarán dos boletos, los refrescos, otros dos, y la cerveza o el vino, uno). En los cinco puestos de venta de tíquets habrá una decena de personas atendiendo al público. La organización prevé prolongar la feria

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