NACIO EN CACERES EL 9 JULIO DE 1936 EN LA CALLE CALEROS.

ESTUDIO EN EL COLEGIO DE EL MADRUELO CON DON FLORENCIO, DEL QUE GUARDA UN GRAN RECUERDO.

TRABAJO EN VARIOS SITIOS, PERO SU PASION ERA Y SIGUE SIENDO EL CINE.

La vida laboral de Francisco Caso estuvo ligada al cine Coliseum. Presume de haberlo abierto y de haber estado en él hasta que se cerró, en 1996. Fue acomodador, portero y "lo que hacía falta". Un San Pancracio de Oro reconoció en 1995 la trayectoria de toda una vida dedicada al cine. Ya jubilado, vive rodeado de sus recuerdos, que conserva perfectamente archivados. Sigue yendo al cine, ahora con sus nietas.

--¿Por qué recopila usted datos del cine y el teatro?

--Porque me encanta. Desde siempre he estado relacionado con el cine y el teatro. Mi padre era el encargado de los porteros en espectáculos como el teatro, el cine, el fútbol o la plaza de toros.

--¿Qué cosas han cambiado en el cine?

--Por ejemplo la censura, que era cosa curiosa. En una ocasión, un matrimonio iba a entrar a una película para mayores. Ella estaba embarazada de muchos meses. Pero no les dejaron entrar porque no tenían el carnet de identidad, a pesar de que la señora decía que no iba a ver en el cine nada que no conociera ya. Eso se llevaba a rajatabla.

--¿Sigue usted yendo al cine?

--Sí, voy muchas veces. Sobre todo voy con mis dos nietas a ver películas infantiles. A mí me gustan mucho.

--¿Cree que la gente dejará de ir al cine al tener el vídeo en casa?

--No, nunca se dejará de ir al cine aunque haya vídeos.

--Hizo usted el servicio militar en Africa. ¿Cómo era la situación allí para los españoles?

--Sí, lo hice en el regimiento Argel 27. Estuve en Sidi Ifni, en el Africa Occidental Española, un año. Estuvimos muy bien. Teníamos buena relación con los saharauis.