El superintendente jefe de la policía local de Cáceres, César García González, considera, en unas declaraciones realizadas a la agencia Efe, que la normativa autonómica que regula los horarios de apertura y cierre de los establecimientos de ocio nocturno propicia un "fraude de ley". García sostiene que aunque la orden autonómica persigue un buen objetivo, no puede ser buena porque "una ley u ordenanza que permite que se la engañe, como está ocurriendo en Cáceres, nunca puede ser buena".

En este sentido, el superintendente de la policía argumentó que determinados empresarios hosteleros de la ciudad utilizan un resquicio jurídico en la normativa, en concreto que determinados establecimientos puedan abrir a las cuatro horas de haber cerrado, haciendo un uso contrario al espíritu de la ley.

García señaló que esta acotación se ideó "seguramente", indicó, para aquellos locales que pretendían dar desayunos a una hora temprana, recordando que está siendo utilizada de una forma fraudulenta por algunos hosteleros para abrir sus establecimientos y servir copas hasta las diez o las once de la mañana, algo "contrario al espíritu de la orden" que regula los horarios.

SECTORES El superintendente afirmó que, a pesar de que la solución de la problemática del ocio nocturno afecta a muchos sectores, "debe empezar por abordarse el problema de una forma global y, al mismo tiempo, fragmentada". En su opinión, los conflictos que genera el ocio derivan de tres frentes diferentes, pero convergentes: el ´botellón´, los horarios de apertura y cierre y el conflicto de los establecimientos que quieren ofrecer espectáculos musicales.

Con el primero, manifestó García, ya se logró algo importante con la Ley de Ocio y Convivencia y el traslado del ´botellón´ al ferial, precisando que falta dotar a esa zona de unas condiciones mínimas de salubridad e higiene, de manera que los que elijan esa forma de divertirse lo hagan en un sitio "con garantías".

EL RECINTO FERIAL A su juicio, una de las posibles soluciones podría ser el acondicionamiento de los espacios que están habilitados en las ferias de mayo para las casetas que se instalan o la construcción de un gran centro de ocio que contemple aglutinar a este tipo de público.

Sobre los horarios, dijo que es "inaudito" que cada uno de los locales que realizan una misma actividad en una zona concreta de la ciudad dispongan de una categoría diferente, como "bares especiales, de tapas o discotecas", con el agravio y competencia desleal que esto supone.

Según el superintendente, "hay que promulgar una nueva ley que provenga del parlamento extremeño y que acabe con el batiburrillo de órdenes, leyes, ordenanzas, bandos o decretos que existen en la actualidad", y que defina las especificaciones que debe reunir cada local para dedicarse a una actividad concreta.

En cuanto a los establecimientos interesados en ofrecer espectáculos, manifestó que esa nueva ley debe dejar un margen de maniobra a los consistorios, dado que "cada uno tiene sus circunstancias", para después conjugar un acuerdo entre el derecho a la diversión y el ocio y el derecho al descanso.