Abraham Ferrero, propietario del restaurante En cuchara de plata, ubicado en la calle Gredos 15, en El Vivero, solicitó, hace ya algún tiempo, el permiso para terrazas. Adaptándose a la normativa vigente, adquirió, en el 2014, un césped artificial para usarlo de suelo en ella, por el que desembolsó unos 1.200 euros, más lo que tuvo que abonar en otras licencias, impuestos y en diversos gastos. Ahora ha cambiado la normativa, y no permite las moquetas en este tipo de establecimientos. "Me obligan a retirarlo sólo dos años después. ¡Y ni siquiera es una moqueta", protesta.

Alega Abraham que hay más terrazas en Cáceres con el mismo problema, pero que a éstas, las autoridades no le ha obligado a quitarlas. "Hay al menos tres que deberían tener la revisión de la policía, pero se la han aprobado", dice. Y opina también que los argumentos que le han proporcionado para retirarle el césped artificial de la terraza de su negocio no son suficientes. "La moqueta sí puede suponer un riesgo para que una persona tropiece, pero esto no. Lo que compramos nosotros dura diez años y no se acumula la suciedad", manifiesta.

"Para que la persona se sienta segura en la terraza, podrían arreglarse los acerados, que hay muchos levantados, o poner más vallas de seguridad", razona Abraham, quien cree que el ayuntamiento debe funcionar como un ente colaborador. El propietario de En cuchara de plata enfatiza su queja. "Tenemos que retirar un césped que nos ha costado un dineral tan solo unos años después de haberlo comprado". Recuerda el afectado otro caso, "el de los restaurantes que se gastaron un dineral en comprar mamparas antitabaco y, tan solo unos meses después, tuvieron que retirarlas". Por ello, sólo pide una solución "para poder volver a poner el césped, que ni siquiera es moqueta", finaliza.