En 1943 la Guardia Civil reclamó un nuevo edificio que sustituyera las vetustas instalaciones de la calle Margallo. Ayer, 60 años después de aquella petición, se cumplieron los deseos de la Benemérita. El ministro del Interior, Angel Acebes, fue el encargado de inaugurar la comandancia, un magnífico edificio situado en la carretera de Trujillo y asentado en la finca del Cuartillo, en unos terrenos que cedió la diputación cacereña.

Acebes reconoció que este inmueble, en el que el ministerio ha invertido 8.400.000 euros (unos 1.400 millones de pesetas), servirá para mejorar la seguridad, reducir los índices de delincuencia y garantizar una mejor calidad de vida a los guardias civiles y a sus familiares.

Con ese empeño se ha realizado esta construcción (adjudicada a la empresa Necso Entrecanales y Cubiertas), que tiene muy poco que ver con Margallo y que cuenta con todos los servicios del cuerpo, hasta ahora disgregados entre los edificios de las calles Margallo y Ceres y el del subsector de Tráfico de la avenida de la Bondad.

La comandancia está dividida en 13 edificios, que se reparten en 50.000 metros cuadrados de superficie y que dan para una galería de tiro, un helipuerto y hasta 30 pabellones para viviendas, divididos entre solteros y casados.

PROVINCIAL

La de Cáceres tiene carácter provincial, dará cobijo a 353 guardias civiles, representará a las 218 poblaciones, 74 puestos, siete compañías y 1.226 efectivos que componen la Benemérita cacereña.

En su intervención, el ministro ensalzó el logro del Gobierno con este proyecto y defendió la construcción o arreglo de los edificios para afrontar en mejores condiciones la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico.

Junto al ministro, acudieron a la inauguración el delegado del Gobierno en Extremadura, Oscar Baselga; el subdelegado del Gobierno, José Diego Santos; el director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivieso; el secretario de Estado para la Seguridad, Ignacio Astarloa; el teniente coronel de Cáceres, Luis Iglesias; el presidente de la Diputación de Cáceres, Antonio Caperote, y el alcalde cacereño, José María Saponi, que destacó el de ayer como "un acto de justicia y de distribución equitativa de los bienes comunes". Agradeció al ministerio y a la diputación su disponibilidad.