Enrique Harto Monteserín era un funcionario del Ayuntamiento de Cáceres que contrajo matrimonio con Adela Barrantes Vivas y que tuvieron una prole de 6 hijos: Fernando , Andrés , Luisina , Enrique , Elías y Eustaquio , conocido por todos como Taqui . Era inmenso el amor que Enrique y Adela se profesaban y era feliz aquella vida en el número 56 de la calle José Antonio, donde habitaban el primer piso de aquel edificio de tres plantas en el que también vivía el señor Borge junto a su mujer, Pilar González , y sus seis hijos, que habían venido procedentes de Madrid porque al señor Borge lo destinaron a Cáceres cuando aprobó unas oposiciones como funcionario del Estado.

El piso de los Harto era muy bonito, a la entrada estaba el despacho de Enrique, le seguía el baño, la cocina, las habitaciones y la terraza. Era entonces la calle José Antonio un lugar que rebosaba vida: allí vendía Julia Paredes golosinas a los niños y había una tienda de comestibles que llevaba Felipe Herrero , y estaba el Bar La Viña... porque aquel barrio era un trasiego de gente. Sin embargo, la fatalidad del destino quiso llevarse a Adela con tan solo 41 años por un problema de corazón y a Enrique poco después, con 43. Afortunadamente todos los pequeños salieron adelante porque allí estaba Paula , la tata que procedente de Mata de Alcántara había entrado a servir en 1934 en la casa y que desde entonces velaría para que a los Harto no les faltara nunca nada. Paulita, como así la llamaban todos, había llegado de su pueblo a la capital en busca de un futuro mejor. Comenzó viviendo en una pensión de la calle José Antonio hasta que contactó con la señora Adela y con ella se fue a trabajar.

Paulita

Al fallecer el matrimonio, Paulita se ocupó de todo: de las ropas, la comida, el cuidado de los niños... porque Paulita nunca se casó y se dedicó en cuerpo y alma a los Harto, de los que nunca se separó. El sustento estaba asegurado gracias a la pensión del señor Enrique Harto. Pero, además, Fernando (el mayor de ellos) ya había sacado para entonces unas oposiciones de Renfe y Andrés también trabajaba, de manera que con esa ayuda y con el empeño de Paulita todos salieron adelante.

Fernando se casó con Felisa Alvarez , conocida como Fati , hija de María San José y del abogado don Felipe Alvarez Uríbarri , que además de Fati tuvieron ocho hijos más: María Dolores , más conocida como Quiqui , Fernando , Felipe , Gabriel , Menchu , Marita , José Antonio y Cristina . Fernando y Fati tuvieron tres hijos: Maribel , telefonista en la residencia, Mariví , que es auxiliar en paritorio, y Fernando , que es representante de Farmacia.

En San Juan

La de los Alvarez era una casa bellísima que aún se conserva en la plaza de San Juan y que está situada encima de El Figón. Con vistas a la plazuela y a la calle Pintores, disponía de altos techos y un hall tan grande como un campo de fútbol. En casa de los Alvarez trabajó durante 50 años Leoncia Gómez Galán , la última vocera vendedora de EL PERIODICO EXTREMADURA, nacida en Valencia de Alcántara en 1903, y abandonada al nacer a las puertas de una iglesia de la localidad.

Enrique, otro de los hijos de los Harto, fue funcionario de Sindicatos. Se casó con Lucrecia Trujillo , hija de don Agustín Trujillo Avilés , titular de la Gestoría Veloz, que estuvo en Pizarro, luego en Pintores y después en Gómez Becerra (su actual ubicación). Enrique trabajaba por las mañanas en Sindicatos y por las tardes lo hacía en la gestoría en la que precisamente conoció a Lucrecia, porque ella también trabajaba allí. Esa gestoría la fundó Agustín Trujillo en combinación con Manuel Velayos Pérez Cardenal , un conocido abogado de la capital.

En sus orígenes la gestoría gestionaba desde las entradas de los cines hasta los impuestos. Estaba situada encima del que fue el bar Las Caballerizas, que era el domicilio de Velayos. Allí se trabajaba de lunes a domingo y solo se descansaba los domingos por la tarde. Del matrimonio entre Enrique y Lucrecia nacieron dos hijos, Enrique (su hijo, Enrique Harto Parrales fue el primer extremeño del 2000), que es abogado, y María Luisa , profesora titular de Latín en la Universidad de Extremadura.

Andrés, otro de los hijos de los Harto, fue el primer administrador que tuvo la Residencia cacereña. Se casó con Loli Castaño , hermana entre otros de Angelita Castaño , hijos todos ellos de Castaño , el de la famosa cervecería que estaba en los bajos de la casa que los Muriel tenían en la calle Moret. Esa cervecería de los años 20 disponía de una escalera central maravillosa, y junto a Jamec y Avenida era uno de los tres grandes puntos de referencia de las tertulias y el aperitivo de la capital. Andrés y Loli tuvieron cinco hijos: Adela se formó como enfermera en Canadá y fue una de las enfermeras que atendió al general Franco en sus últimos días de vida (el Caudillo llegó incluso a regalarle un cuadro dedicado), Miguel Angel , que es oftalmólogo en el Hospital de la Fe en Valencia, Antonio , más conocido como Caco , que es dermatólogo en el Ramón y Cajal de Madrid, Andrés , que era químico y profesor de universidad, y Loli , funcionaria de Hacienda.

Elías, otro de los hijos de Enrique y Adela, se casó con Matilde González Vallerino , nieta de Luis Pérez Córdoba , que fue gobernador militar. Elías, que era jefe provincial de Tráfico de Cádiz y terminó siendo subjefe provincial de Tráfico en Sevilla, tuvo dos hijos, que viven en la capital hispalense, Javier y Carlos .

Taqui, el pequeño de los hijos de los Harto, fue administrador del hospital de Plasencia y terminó en la oficina presupuestaria de la Seguridad Social en Madrid. Se casó con Ana María Martínez , una soriana que llegó a Cáceres después de aprobar unas oposiciones, y tuvieron tres hijos: Ana María , fisioterapeuta en Talavera, Juan Ramón , que es químico, y Andrés , funcionario de la Seguridad Social en Madrid.

Luisina, la hija que completa el círculo familiar, contrajo matrimonio con Juan Ramón Marchena en 1948. Marchena nació el 23 de febrero de 1918 en la calle Moro. Su padre era propietario de una tienda de confección que había en la plaza Mayor, en lo que luego fue el célebre Bar Los Arcos.

Marchena fue a La Graduada de don Angel Rodríguez Alvarez , inventor de la cartilla Rayas y uno de los grandes maestros de Primaria que tuvo Cáceres. Poco después se puso a trabajar en la sección administrativa de Primera Enseñanza como meritorio y luego en la habilitación de Magisterio, junto a don Germán García Fernández , padre del alcalde Manuel García Tomé .

Unos años después del final de la Guerra Civil, Juan Ramón Marchena entró en el ayuntamiento, donde fue jefe de protocolo de 13 alcaldes cacereños: Manuel Plasencia Fernández , Luciano López Hidalgo , Narciso Maderal Vaquero , Manuel Villarroel Dato , Hilario Muñoz Dávila , Manuel García Tomé , Francisco Elviro Meseguer , Luis Ordóñez Claros , Casto Gómez Clemente , Alfonso Díaz de Bustamante y Quijano , Manuel López y López , Luis González Cascos y Manuel Domínguez Lucero .

Medalla de Plata de la Ciudad en 1988, Juan Ramón Marchena se casó con Luisina Harto en la Montaña. No tuvieron hijos, pero sí muchos sobrinos que alegraron la vida del feliz matrimonio. Pasa el tiempo, pero la ciudad no olvida a Marchena ni tampoco a Enrique Harto, aquel funcionario del Ayuntamiento de Cáceres que contrajo matrimonio con Adela Barrantes Vivas y que fueron intensamente dichosos en ese bellísimo barrio de la calle José Antonio en el que Julia Paredes vendía golosinas a los niños y la tienda de comestibles de Felipe Herrero era un trasiego en los años felices del pasado.