La candidata socialista a la alcaldía, Carmen Heras, junto a miembros de su candidatura y concejales socialistas, se reunió el pasado fin de semana con una representación de vecinos de la estación de Arroyo-Malpartida, barrio dependiente del ayuntamiento, quienes plantearon a la candidata sus principales quejas y demandas. Según informó el PSOE, los vecinos de la estación de Arroyo-Malpartida "más que mejoras sustanciales del barrio", expusieron "las necesidades esenciales de las que carecen y la situación infraurbana que soportan".

Las principales quejas expuestas por los residentes de la estación durante la visita de Heras fueron que carecen de teléfono público, que el acceso al barrio es una carretera con una curva de 320 grados donde no hay semáforos ni bandas sonoras que obliguen a disminuir la velocidad, que el saneamiento de aguas tiene importantes deficiencias y se vierten al arroyo Casillas, y que hay pocos contenedores y "dada la escasa frecuencia de la recogida, provoca serios riesgos de salubridad e higiene". En el Jareque, una de las zonas de la estación, las aguas residuales se están vertiendo a una finca privada, y hay una sensación de abandono "a pesar de pagar los mismos o más impuestos que el resto de las barriadas de la ciudad".

PROTESTAS CONTINUAS

Según la denuncia del PSOE, las protestas en la estación "han sido continuas, incluso con la recogida de firmas de todos los vecinos", y el ayuntamiento "no se ha dignado a contestar, escudándose en que es propiedad de Renfe, cuando ellos saben que las calles, el colector, el saneamiento, el alumbrado..., son servicios públicos que se han de prestar".

La estación de Arroyo-Malpartida es una barriada singular, y debido a que el término municipal de Cáceres es el más grande de España se encuentra a casi veinte kilómetros del centro urbano. Las otras dos zonas que dependen del ayuntamiento cacereño, pero que no se encuentran dentro del casco urbano, son Valdesalor y Rincón de Ballesteros, que está situado a unos cuarenta kilómetros del casco urbano.